La sociedad en la que vivimos permanece en un movimiento constante. La forma en la que entendíamos el mundo, los vínculos, las profesiones y el desarrollo laboral hace apenas una década o dos, es completamente diferente a como es ahora. Ya el paso por la tradicional universidad no es garantía para el éxito. Es más, son muchas las nuevas profesiones y oficios que han nacido de la mano de la transformación digital, y cuyo proceso de aprendizaje es diferente, más veloz y cambiante.
Es por ejemplo el caso de los desarrolladores, que son responsables de la construcción de entornos digitales como los juegos online, aplicaciones móviles, construcción de sitios web, tiendas de comercio electrónico y demás herramientas que ya se han convertido en parte de nuestra cotidianidad. Esta es una de las profesiones más innovadoras y prometedoras del presente y del futuro. Y aunque la ingeniería de sistemas es una buena base para hacer carrera como desarrollador, no es en absoluto excluyente, pues hay miles de profesionales que se han formado desde otra perspectiva.
Acompáñanos a conocer de qué se trata y cuáles son los alcances de una de las carreras del presente y del mañana.
Para comprender a qué se dedica un diseñador web, es necesario entender también su ámbito de acción. Se le llama desarrollador o programador web a aquel profesional que es capaz de tomar un diseño web y convertirlo en un sitio web. Para ello hace mano de diferentes habilidades que maneja con destreza. Escribe líneas de códigos, para las que emplea una variedad de lenguajes de programación.
En términos más simples, el desarrollador es capaz de comprender ideas de concepto, imagen y funcionalidades, y traducirlas en un lenguaje HTML que de como resultado una herramienta digital eficiente. También deberá ocuparse de asuntos técnicos vinculados al sitio web o la aplicación móvil, como su capacidad, velocidad o rendimiento.
El entorno digital tiene tantas vertientes, que resulta verdaderamente imposible que una persona las domine todas. Por ejemplo, en el caso de la generación de contenidos, intervienen el especialista en marketing de contenidos, el copywriter, el diseñador gráfico, el editor de videos y el community manager. Cuando hablamos de la programación o desarrollo web, ocurre algo similar. Existen diferentes tipos de perfiles, especializados en distintas funcionalidades. Veamos algunos de ellos.
En esta especialización los desarrolladores están a cargo del aspecto de un sitio web, de cómo el usuario visualiza e interactúa con la página. Crean el diseño del sitio e integran funcionalidades, aplicaciones y contenido.
Los desarrolladores web de back-end se encargan, por su parte, de la construcción técnica general del sitio web. Son ellos quienes diseñan y crean el marco básico del sitio y garantizan que el funcionamiento sea óptimo.
Quizás entre los más cotizados en el campo de la programación web, están los Full Stack Developer. Estos profesionales son bastante integrales. Tienen herramientas para trabajar tanto con la parte visual que utiliza el usuario final, como con la parte de atrás de un sitio web o aplicación.
Y por último aparecen los webmasters, que son los responsables de mantener los sitios web actualizados. Son ellos quienes se encargan de que las webs y apps móviles funcionen correctamente y comprueban errores, como enlaces rotos, y temas de seguridad.
Como te comentábamos, el desarrollo web es una carrera pionera, visionaria e integral. Aunque no requieres del tradicional paso por la universidad para convertirte en un programador exitoso, si tendrás que dedicar largas horas de estudio y preparación a tu carrera.
De acuerdo a la especialización que elijas, (front-end o back-end), tendrás que manejar diferentes lenguajes. Si en cambio apuestas a ser un desarrollador full-stack, tendrás que ampliar tus conocimientos. En líneas generales, estos son los lenguajes básicos que todo desarrollador debe manejar.
Quizás este es uno de los puntos más atractivos a la hora de considerar el desarrollo web como una posibilidad de desarrollo profesional. No solo se trata de un trabajo muy demandado y muy bien pago, sino también completamente alineado con el estilo de vida millenial y moderno.
Al tratarse de una actividad que se sustenta en la web, en líneas generales los desarrolladores web no están atados a un espacio físico de trabajo. Muchos pueden desarrollar carrera como parte del equipo de sistemas de una empresa, asumiendo diferentes responsabilidades y pudiendo desarrollar sus labores bajo un formato de home office.
Otros deciden apostar por la autonomía, y comercializan sus servicios para diferentes empresas y clientes, bajo un formato autónomo y freelance, y controlando sus ganancias. En definitiva, se trata de una carrera con enormes proyecciones de crecimiento a futuro.