ivimos en un mundo, en donde quién se levante temprano es quién consigue un puesto en el tren o medio de transporte que dispongamos para llegar al trabajo. Aun levantándonos temprano, el tiempo parece escurrirse en nuestras manos. Así como planificas el dinero que gastas al apostar en icecasino.pe, debes administrar el tiempo para cumplir con los objetivos del día a día.
En estos momentos de la humanidad es difícil mantener la concentración cuando recibimos constantes interrupciones provenientes de las redes sociales, correos electrónicos, mensajes y notas de voz que provienen del trabajo, esto nos lleva a perder tiempo y cuando llega el final del día descubrimos que no hemos cumplido con lo establecido.
Existen diversas técnicas y medios para gestionar el tiempo de una manera eficaz y que al aplicarlas podamos cumplir con lo agendado, lo cual sería lo más difícil del proceso de gestión.
Ahora, ¿qué es la gestión del tiempo? La gestión de tiempo se define como “la práctica que se encarga de fraccionar el tiempo con el propósito de utilizarlo de modo eficiente, estando consciente de su importancia”.
Las estrategias para gestionar el tiempo nos permite incrementar la productividad, nos permitirá cumplir con las pautas del día y con ello poder disponer tiempo para nuestro cuidado personal y crecimiento individual.
Estas son algunas de las estrategias que puede aplicar:
Son bloques de tiempo que se establecen para realizar determinada actividad. Para ello debes conocer cuánto tiempo “estando enfocado”, puedes resolver determinado proyecto, para establecer bloques de tiempo que realmente se puedan cumplir. El fracasar con un plan o estrategia, nos lleva a desanimarnos y dejar a un lado la gestión de tiempo, que es precisamente lo que deseamos evitar.
En caso de no saber cuánto tiempo le puede conllevar realizar una tarea, el timeboxing le permitirá dividirla en fragmentos, para que pueda resolverla sin demoras. Este tiempo se debe establecer en un promedio de tres horas, con una hora a treinta minutos de descanso, tiempo que se puede usar para ver las redes sociales o despejar la mente.
Es similar al timeboxing, con la diferencia que separa periodos de tiempo dentro del calendario para la ejecución de tareas complejas. Tiene la finalidad de dividir la semana laboral en un modo más eficiente que nos permite obtener tiempo para actividades recreativas.
Se recomienda hacer una lista de prioridades para agrupar aquellas que sean similares y poder resolverlas con mayor eficacia, luego se programan con bloques de tiempos, que podrá definir los time blocking.
Es parecido a las estrategias anteriores, pero en este caso se incluyen los descansos, siendo importantes para desarrollar los objetivos con mayor eficacia. El propósito es tomar descansos entre cada una de las sesiones de trabajo, los descansos regulares incrementan la creatividad y la productividad laboral.
Para aplicar el método de pomodoro debes tener un temporizador y configurarlo para 25 minutos donde las notificaciones del móvil estarán silenciadas, al reducir los distractores, el tiempo se gestiona adecuadamente y podremos alcanzar el objetivo planteado. Una vez finalizado los 25 minutos, puedes tomar 5 minutos para mirar las redes sociales o estirar un poco el cuerpo. El proceso se debe repetir cuatro veces, para una vez completado el ciclo tomar un descanso de 20 a 30 minutos.
Este método fue creado por David Allen al inicio del año 2000. La premisa es elaborar un listado con todo lo pendiente, esto permite liberar el tiempo que pasamos pensando tratando de recordar las actividades asignadas. El segundo paso es contar con una buena estrategia de gestión de tiempo. La idea es evitar pasar todo el día pensando en cuáles son los pendientes y ocuparse en hacer las actividades pautadas.
La lista de trabajo debe estar priorizada desde lo más urgente hasta lo menos relevante. Desde lo complejo a lo más sencillo e ir posponiendo aquellas tareas que puedan esperar, iniciando con las que se tiene menor tiempo para culminar.
Consiste en priorizar la realización de las actividades sencillas y menos complejas a las primeras horas de la mañana. Una vez culminadas, se pasa a las complejas, que por lo general son más extensas. Esto crea una línea de pensamiento en nuestro cerebro positiva. Al percibir que fuimos capaces de finalizar varias pequeñas tareas, sabremos que podemos cumplir con las tareas más complejas, manteniendo el enfoque.
Es una frase muy común que solemos oír, pero que poco ponemos en práctica. Pues, pensamos que aún tenemos el tiempo para culminar determinada tarea. Así, nos permitimos tiempo de ocio y vemos cómo transcurre el tiempo. Al llegar la fecha límite, solemos colapsar por no cumplir con nuestra asignación, así que no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Una vez finalizada las tareas asignadas podrás disfrutar del tiempo de ocio sin remordimientos.