Site logo

«Blackjack Surrender» en los casinos en línea: reglas y diferencias con respecto al juego tradicional

El “Blackjack Surrender” no es un juego nuevo, sino una variante de las reglas que se ha añadido al 21 de siempre. Las plataformas en línea suelen ofrecerlo como un título independiente, pero el único cambio sustancial es la opción de rendirse, que te permite recuperar la mitad de la apuesta cuando consideres que la mano está perdida.

Esta versión del juego está disponible en muchos operadores legales alrededor del mundo, desde casinos online en México hasta plataformas en España y otros mercados. No hay un solo proveedor, por lo que puedes probar distintas plataformas hasta encontrar la que se adapte a tus gustos. Por ejemplo, Playtech y Platipus Gaming ofrecen sus propias versiones, cada una con sus particularidades.

¿Añade algún beneficio la opción de rendirse? En resumen, sí. Sin embargo, hay varias consideraciones a tener en cuenta, y aquí podrás conseguir todos los detalles al respecto.

¿Qué es el Blackjack Surrender?

En esencia, la rendición (o surrender en inglés) es una opción estratégica que te permite renunciar a una mano inmediatamente después de que se reparten las dos cartas (y después de que el crupier compruebe si tiene blackjack). Al hacer esto, recuperas la mitad de la apuesta original.

Piensa en ello como una retirada táctica. Reconoces que te repartieron una mano muy mala frente a la carta descubierta del crupier y, en lugar de seguir jugando en una partida donde las probabilidades sugieren que perderás, decides reducir tus pérdidas.

Los juegos con esta regla se presentan en dos formas:

      • Rendición tardía: es la forma más común en los casinos en línea. Aquí solo puedes optar por rendirte después de que el crupier compruebe su carta oculta para ver si tiene un blackjack natural. Si lo tuviese, la ronda termina inmediatamente y pierdes la apuesta; la rendición no es una opción.
      • Rendición temprana: raramente encontrarás esta opción, aunque no es imposible. Lo bueno de esta variante es que permite rendirte antes de que el crupier revise si tiene un blackjack. Esta es una excelente opción porque te ahorras la mitad de la apuesta aun cuando el adversario tiene un 21 natural.

Claramente, la segunda opción es mucho mejor que la primera, pero es poco probable que la consigas en línea.

Blackjack clásico vs. Surrender: ¿cuál ofrece mejores probabilidades?

Sin ninguna duda, las versiones con rendición ofrecen mejores probabilidades que la versión tradicional del blackjack. No obstante, la ventaja del jugador proviene de saber cuándo rendirse correctamente, y para ello necesitas tener un conocimiento más profundo del juego. No hay que ser experto, pero sí tener las bases claras.

Al renunciar a una mano en la que te encuentras en gran desventaja, solo pierdes el 50 % de la apuesta, y no el 100 % de la pérdida esperada. A lo largo de miles de manos, esta reducción de las pérdidas se traduce en una menor ventaja de la casa.

Más específicamente, la rendición tardía reduce la ventaja de la casa en aproximadamente 0,07 puntos porcentuales (≈ 7 € de cada 100 € jugados) y la rendición temprana lo hace en 0,6 puntos (≈ 60 € de cada 100 €).

Los momentos clave para rendirse

La decisión de rendirte no se basa en un presentimiento, sino que es una probabilidad objetiva. La estrategia básica para la rendición es relativamente sencilla y depende de la carta descubierta del crupier y de tu propia mano.

Un jugador experto sabe cuándo vale la pena y cuándo no. Sin embargo, hay dos escenarios en donde casi siempre es correcto rendirse:

      • Tienes un 16 duro (pero no un 8-8). Ríndete contra un 9, 10 o as del crupier. La razón es sencilla. Tienes una mano muy débil y la única forma de ganar es que él se pase de 21. Si muestra cualquiera de las cartas mencionadas, su probabilidad de pasarse es baja y la probabilidad de que forme una mano fuerte (17-21) es muy alta.
      • Tienes un 15 duro. Ríndete contra un 10 del crupier. La lógica es similar a la anterior: te encuentras en una posición muy vulnerable y sus probabilidades de vencerte son demasiado altas.

Estadísticamente, en estos casos es mejor rendirte y perder la mitad de la apuesta que jugar la mano hasta el final. Por otro lado, nunca te rindas con una pareja de 8 o ases. La jugada correcta en estos casos es dividir.