¿Cuántas veces has sentido que un proyecto no avanza por falta de claridad? ¡Seguro que en muchísimas ocasiones! El éxito de un proyecto puede lograrse de muchas formas, por lo que es importante saber qué cosas nos pueden ayudar a facilitar el camino. En ese sentido, tener un brief de diseño puede ser la diferencia entre un camino confuso y uno directo al éxito.
En este artículo de Coworkingfy, te hablaremos de todo lo relacionado con brief de diseño, qué es y más información relevante para llevarlo a cabo. ¿Quieres ahorrarte tiempo, dinero y dolores de cabeza? Sigue leyendo ¡Vamos!
¿Qué es un brief? El término «brief» proviene del latín brevis, que significa «corto» o «conciso». Ahora, brief de diseño es una hoja de ruta que dice hacia dónde va un proyecto de diseño y qué se espera de este. También puede definirse como un documento que proporciona una visión clara de los objetivos del proyecto y lo que se espera lograr.
Para muchos, es considerado como una guía que contiene toda la información relevante que un diseñador necesita para hacer su trabajo de manera eficiente, ya que especifica los objetivos del proyecto, el público al que va dirigido y el estilo visual que se quiere lograr.
Su origen se remonta a la década de los 60 y 70, cuando las agencias reconocieron que los equipos creativos necesitaban información precisa para que los proyectos cumplieran con los objetivos. Originalmente, el brief era una herramienta de comunicación en agencias de publicidad. Con el paso del tiempo, fue adoptado por diseñadores y equipos creativos.
Tener un brief bien estructurado es como tener gran parte del proyecto ya resuelto, debido a que cuando todo está claro, las cosas fluyen más rápido y sin tantas vueltas.
Además, cuando está bien hecho se traduce en menos tiempo desperdiciado haciendo correcciones y ajustes innecesarios, especialmente porque cuando el diseñador sabe exactamente lo que el cliente quiere, puede concentrarse en crear algo que cumpla con esas expectativas desde el primer momento.
Otro punto para mencionar es que uno de los mayores problemas en los proyectos de diseño ocurre cuando el cliente y el diseñador no están en la misma página. Es muy común que el cliente este pensando en algo minimalista y elegante, mientras que el diseñador puede estar imaginando algo colorido y atrevido. Con un buen brief, este tipo de malentendidos se evitan.
Lo primero que el diseñador necesita saber es quién es el cliente, así que se describe brevemente la empresa o la persona para quien se realizará el proyecto. Se puede incluir información sobre su misión, visión, valores y cualquier detalle relevante que ayude a entender mejor la marca. Esto es muy importante, ya que el diseño tiene que estar alineado con la esencia de la marca, bien sabemos que, si la empresa mantiene una imagen seria y minimalista, no podemos crear algo muy colorido y llamativo.
Este es uno de los puntos más importantes del brief de diseño, ya que se deben detallar los objetivos específicos que se quieren alcanzar con el proyecto de diseño. ¿Es un logo para una nueva empresa? ¿Es un rediseño de un sitio web para atraer más clientes? ¿O tal vez es un folleto promocional para lanzar un producto? Al dejar claro cuáles son los resultados que se esperan, el diseñador puede enfocar sus esfuerzos en lo que realmente importa.
Un buen diseño siempre tiene en mente al público para el que está dirigido. No es lo mismo diseñar para adolescentes que para adultos mayores. Por eso, es importante identificar quién es el público objetivo del proyecto y elementos como edad, género, intereses, ubicación, y cualquier otro dato relevante. Esto es fundamental, puesto que el estilo visual debe adaptarse a los gustos y necesidades de ese público.
Es muy útil saber quiénes son los competidores del cliente. En esta parte del brief de diseño, se identifican las empresas o productos que están en el mismo sector y cómo su diseño puede diferenciarse de ellos. El objetivo es hacer que el diseño sea único y se destaque frente a la competencia.
Aquí es donde se detallan los lineamientos estéticos del proyecto. ¿Qué estilo visual se busca? Puede que el cliente tenga en mente un diseño minimalista, algo colorido, moderno o clásico. Algunos clientes incluso pueden aportar ejemplos visuales de otros diseños que les gusten.
Este componente es técnico, pero súper importante. Se refiere a las especificaciones sobre el formato en el que debe entregarse el diseño (archivos digitales, impresos, en qué resolución, etc.). También se aclara cuántos entregables se esperan: puede ser solo un logo, o quizás se necesiten diferentes versiones para distintos usos, como banners, tarjetas de presentación o versiones para redes sociales.
El tiempo es muy valioso en cualquier proyecto, y en el diseño no es la excepción. En este apartado se establece cuál es el plazo límite para la entrega del diseño. También es útil especificar los hitos o revisiones que se van a hacer durante el proceso. En cuanto al presupuesto, es bueno dejar claro cuánto está dispuesto a invertir el cliente. Esto permite que el diseñador ajuste sus propuestas al alcance económico del proyecto.
Este punto para la creación del brief de diseño se refiere a la idea principal que el diseño debe transmitir. Por ejemplo, si el cliente es una empresa de productos ecológicos, el diseño puede centrarse en transmitir sostenibilidad, responsabilidad con el medio ambiente o calidad natural. Con una definición clara del mensaje, todo funciona mejor, evitando errores y pérdidas de tiempo.
Siempre que nos referimos a la creación de un brief de diseño, por lo general, se suele pensar que es algo que hace una sola persona, como el cliente o el diseñador. Pero la realidad es que el verdadero poder está en colaborar. involucrando a todas las partes interesadas no solo mejora el proceso, sino que asegura que todos estén alineados y enfocados en los mismos objetivos, garantizando a gran escala el cumplimento de las metas previstas. También es esencial para aumentar la creatividad.
Una de las principales razones para involucrarlos es que te permite asegurarte de que tengan una comprensión clara de lo que se espera del proyecto. El cliente puede tener una idea en mente, pero si no la comunica correctamente a su equipo o al diseñador, las expectativas pueden estar totalmente fuera de lugar, por lo que aclarar cada punto desde el primer momento es un paso indispensable para el éxito.
Además, cada persona piensa y actúa de manera distinta, lo cual es una ventaja para el proyecto, ya que aporta perspectivas variadas. Por ejemplo, el equipo de ventas puede tener información valiosa sobre cómo los clientes responden visualmente a ciertos productos, mientras que el equipo de marketing podría conocer mejor la identidad de la marca. Compartiendo ideas y conocimiento se crea algo realmente fascinante.
Lo mejor de todo es que cuando las personas se sienten parte del proceso desde el principio, es más probable que se comprometan con el proyecto. Si todos tienen participación en la creación del brief del diseño, hay un sentido de propiedad compartida sobre el proyecto, lo que lleva a una mayor motivación para que todo salga bien.
Es importante que recuerdes que el brief de diseño no es solo un simple documento de inicio, sino que puede considerarse como una gran herramienta que funciona como base para marcar el éxito o el fracaso de todo el proyecto. Esto significa que es fundamental dedicarle tiempo para asegurar que sea claro, completo y colaborativo. Lo mejor es que podrás ahorrarte dolores de cabeza más adelante y mejorar significativamente el resultado final.
En definitiva, no importa si se trata de un pequeño proyecto o de algo más ambicioso, tener un brief de diseño detallado y bien pensado evita malentendidos, reduce inconvenientes y optimiza el proceso creativo.