¿Saber cuál es el gran reto al que nos enfrentamos en entornos empresariales y profesionales? ¡Tomar notas! Esta actividad puede parecer muy simple, pero no lo es, resulta mucho más complejo. Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de que estamos registrando la información correcta y maximizando la retención de conocimientos? La respuesta es muy sencilla: con el método Cornell.
Se trata de uno de los métodos más efectivos para la toma de notas, de hecho, permite lograr la máxima retención de la información, además de que ha sido probado en múltiples ocasiones dando excelentes resultados. ¿Por qué este método es tan eficiente? Porque brinda una forma sistemática de capturar información relevante, organizarla de manera efectiva y mejorar la capacidad de recordarla.
Asimismo, puede ser la solución para emprendedores, empresarios y jefes de proyectos que necesitan capturar y utilizar la información clave en su trabajo diario. Con la técnica Cornell tendrás una mejor comprensión de las reuniones que tengas en un entorno profesional, también es excelente para recordar aspectos claves de presentaciones. ¿Quieres aprender a tomar a puntos de manera avanzada? ¡Sigue leyendo!
Creado en la Universidad de Cornell en la década de los 40, el método Cornell consiste en un sistema para tomar apuntes o notas. Esta técnica fue ideada por Walter Paul, doctor en Psicología en esta universidad. Paul analizó todas las técnicas que utilizaban sus alumnos para repasar y estudiar. A partir de esta información, escribió el libro Cómo estudiar en la universidad, donde presentó este método. Desde entonces, ha ganado gran popularidad por ser bastante efectivo.
El Método Cornell es una técnica de toma de notas que se basa en dividir una hoja de papel en cuatro secciones principales. En ese sentido, cada zona será utilizada para un propósito:
Implementar este método en tus actividades académicas y profesionales te permitirá tomar apuntes como un experto, mejorando tu comprensión y tu capacidad para utilizar la información de manera efectiva. Por otro lado, el método Cornell sirve para que trabajadores de distintas áreas tengan una estructura visual que facilita la revisión y el repaso, permitiéndote localizar rápidamente los puntos clave y comprender la secuencia de los conceptos abordados.
Asimismo, el método Cornell es muy útil en situaciones de aprendizaje colaborativo o cuando compartes tus apuntes con otros miembros de tu equipo. De esta manera, la estructura clara y organizada facilita la comprensión y la colaboración, permitiendo a todos los involucrados acceder fácilmente a la información relevante.
Necesitarás una hoja de papel o una página en blanco, un bolígrafo o lápiz y resaltadores de colores para destacar información relevante. ¡Tenlos a mano!
Durante una clase, reunión o conferencia, toma apuntes en la columna de apuntes. Presta atención a los puntos clave, las ideas principales y los detalles relevantes. Como recomendación, se sugiere ser conciso y utilizar abreviaturas o símbolos para acelerar tu proceso de escritura.
Evidentemente, tienes que dividir la hoja en cuatro secciones y seguir bien las indicaciones, empleando cada espacio de la forma debida.
Para hacer tus apuntes más visuales y destacar la información relevante, utiliza colores y resaltadores. Puedes asignar un color específico a cada tipo de información, como ideas principales, ejemplos, definiciones, entre otros.
Al finalizar la reunión, es importante dedicar tiempo a revisar y repasar la información. Esto te ayudará a reforzar la retención y la comprensión de la información capturada. También es una forma de que corrijas algún error en tu escritura.
El método Cornell es una estrategia efectiva para tomar apuntes de manera organizada y mejorar tu aprendizaje. ¿Lo empezarías a utilizar? Sin duda, es una oportunidad para que veas cómo tus apuntes se vuelven más estructurados, comprensibles y útiles en la medida que aplicas esta técnica.