El crecimiento descomunal de los espacios virtuales en los últimos años ha traído consigo complicaciones en lo que a eficacia de los servicios se refiere. Esto se traduce en lentitud y, en muchos casos, vulnerabilidad. Con base en estos notables puntos de quiebre, apareció el blockchain, cuya tecnología criptográfica descentralizada, además de brindar seguridad, ha optimizado y agilizado las transacciones digitales.
Y sí, la web es otra desde que llegaron las cadenas de bloques, el panorama cambió para bien de manera drástica. Entre las innovaciones más destacadas están las criptomonedas, activos que dieron mayor libertad a los ciudadanos comunes para llevar a cabo sus transacciones y resguardar su dinero de manera segura.
Otra invención que está causando revuelo en plena era de la web 3.0 son las dApps. Las también llamadas aplicaciones descentralizadas vinieron a dar un respiro y a renovar los espacios virtuales. A continuación, te explicamos el porqué de su impacto.
En términos simples, las dApps son sistemas operados bajo código abierto. Esto significa que no existe una entidad central que dirija o regule sus actividades. Al contrario, son los mismos usuarios quienes se interrelacionan para decidir —mediante contratos inteligentes— los cambios y gestiones que deben hacerse.
Vale destacar que las aplicaciones descentralizadas se desarrollan dentro de cadenas de bloques, es decir, en blockchain. En consecuencia, todos los datos producidos dentro de la red son almacenados con total seguridad, ya que activa técnicas criptográficas. Además, ante fallos del sistema, la caída no repercute masivamente, puesto que solo se da en un nodo determinado. ¿Por qué?, bueno, precisamente porque no es centralizado, como el de Facebook y WhatsApp.
Dentro del contexto de las dApps divergen categorías o niveles. Los cuales se determinan de la siguiente manera:
En este nivel clasifican las aplicaciones descentralizadas que se desenvuelven en su blockchain propia. Tal es el caso de Bitcoin y Ethereum.
Las dApps de este nivel están sujetas a la infraestructura de otras cadenas de bloques. Es decir, dependen de aplicaciones descentralizadas de nivel 1. Aunque pueden operar con tokens de su propiedad, casi siempre utilizan los de la dApps que les sirve de apoyo. Dos ejemplos de ello son: Golem en Ethereum y Omni Layer en Bitcoin.
En este caso, las dApps de nivel 3 se anidan con las del 2. Siguiendo con el ejemplo de Omni Layer (nivel 2), la Safe Network se sujeta a ella para funcionar y producir su token (Safecoin).
Si bien, las dApps funcionan —como se mencionó en líneas anteriores— dentro de una blockchain, también participa el factor de ejecución. Este puede describirse como el ambiente donde se produce el diseño de las aplicaciones descentralizadas. Claro está que todo se ejecuta dentro de estándares definidos.
Ahora bien, el desenvolvimiento de las dApps es totalmente adecuado cuando además están presentes los siguientes elementos:
Las dApps son ventajosas porque aseguran toda la información que se desarrolla en ellas. Funciona de esta manera porque la criptografía aplicada codifica los mensajes, con el objetivo que no puedan ser descifrados por sistemas o personas ajenas. Por ende, los receptores únicamente están autorizados para validar o no.
Esta característica encaja perfectamente con sitios webs que les solicitan a sus usuarios información personal y bancaria. De hecho, casinos en línea como https://vulkanvegas.com/es ya comienzan a participar en dApps, sobre todo para evitar almacenar datos en servidores externos o en la misma nube. Al final del día, tal decisión refuerza las políticas de privacidad de estos portales dedicados al entretenimiento.
Una de las cualidades más resaltantes de las dApps es su capacidad de funcionar autónomamente. Esto es gracias a su estructura de código abierto, la cual permite que todos los involucrados en la red puedan participar en la toma de decisiones. Al mismo tiempo, la fuente abierta produce autenticidad y transparencia en las aplicaciones descentralizadas.
Con esta “democratización”, las dApps dan paso a auditorias constantes por parte de todos los usuarios con conocimiento para ello. Además, el número de desarrolladores es mayor, traduciéndose a soporte y servicio optimizado.
Queda claro que las dApps ejecutan sus funciones separadas de servidores centrales. De allí que los niveles de downtimes sean bajos o nulos. Ahora bien, la presencia de múltiples nodos garantiza que la red siga adelante en caso de que uno caiga. De este modo, los historiales de cada usuario quedan guardados en una copia global sin riesgos de ser vistos por terceros. La descentralización es 100% beneficiosa al momento de restricciones y censura por parte de los gobiernos.
En términos generales, las dApps son impenetrables, es por eso que las asociaciones financieras se suman cada vez más al sistema. Un punto en contra de esta característica sería el precio a pagar por el esquema de la cadena de bloques, ya que la red tendría que ser lo suficientemente amplia y sólida para que las actividades se realicen idóneamente. Hay que tener en cuenta que la administración de los nodos debe ser equitativa, con esto se evita el asalto del “51%”. Es decir, el ataque relacionado con el control que ejerce la mayoría y que puede conducir a fraudes.