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Productividad tóxica | Qué es y cómo afecta a los emprendimientos

Si estás emprendiendo o has estado en ese camino, seguro sabes lo que es sentir una presión constante, siempre tener el impulso de hacer más y sentir que todos tus esfuerzos son insuficientes. Esto puede pasar de ser motivador a convertirse en tu peor enemigo: la productividad tóxica.

Este concepto se ha convertido en una sombra para muchos emprendedores, llevándolos a trabajar sin respetar el tiempo de comidas, horas de sueño y hasta los fines de semana. Por lo que es necesario comprender que la productividad tóxica no es un símbolo de éxito.

¿Quieres saber más acerca de este fenómeno que parece ir en aumento cada día? Sigue leyendo y entérate de todo.

¿Qué es la productividad tóxica?

Emprendedor con estrés

Es la necesidad de estar siempre haciendo algo, como si detenerse fuera sinónimo de fracaso o de pérdida de tiempo y recursos. Las personas que lo experimentan tienen un sentimiento de culpa, especialmente si terminan las tareas previstas y se toman un café tranquilo sin estar frente a la pantalla. Lo peor es que esta mentalidad suele venderse como disciplina o compromiso.

La productividad tóxica te hace sentir que tu valor está atado a cuánto haces, no a la calidad de lo que produces. Al final terminas cansado, frustrado y con la sensación de que nunca haces lo suficiente.

¿Por qué es tan problemático este concepto? La terapeuta y psicóloga británica Sally Baker, autora de The Getting of Resilience from the Inside Out, afirma que:

Negar constantemente todo lo negativo que sentimos en situaciones difíciles es agotador y no nos permite crear resiliencia.

El mito de la productividad constante

Líder con sobrecarga de trabajo

El concepto de productividad constante es un mito que nos han vendido durante años y, aunque en muchas publicaciones suene como algo perfecto, en la vida real no funciona así. Tienes que saber que la productividad real no se mide en horas de trabajo, sino en resultados.

Aunque parezca una contradicción esos resultados a menudo vienen cuando descansas, te despejas o simplemente te das un respiro. Forzarte a ser productivo todo el tiempo solo lleva a un agotamiento excesivo que a largo plazo afecta tu capacidad de crear, innovar y resolver problemas.

Para los emprendedores, estar en esta situación puede ser abrumador y agotador. Tienes mil cosas que hacer, decisiones que tomar y sientes que todo depende de ti.

La productividad tóxica es especialmente peligrosa en este entorno, ya que es común que se pierda el límite entre el trabajo y la vida personal. Como no hay un jefe o líder marcando horarios, es normal que los emprendedores trabajen hasta tarde sin tener el descanso adecuado, lo que afecta tu salud mental, tu capacidad de tomar decisiones y hasta las relaciones personales.

Causas de la productividad tóxica

Productividad tóxica

Cultura del «siempre ocupado»

En la sociedad actual parece que estar constantemente ocupado es motivo de orgullo. Desde muy pequeños nos enseñan que más esfuerzo equivale a mejores resultados, y esa mentalidad la llevamos al trabajo y a los emprendimientos. El problema es que el cansancio se acumula y la productividad real se agota.

Comparación constante con lo que vemos en redes sociales

Seguramente en Instagram o LinkedIn has visto a distintas hablando de sus logros, post relacionados a «Mi empresa ha crecido un 200% este año» u «Hoy trabajé 12 horas y cerré 5 clientes». Es normal que sientas que estás perdiendo el tiempo, pero debes tener en cuenta que, en muchos casos, detrás de esas publicaciones hay momentos de agotamiento o sacrificios personales que no se muestran.

Las redes muchas veces crean una versión distorsionada de la realidad, donde todo parece perfecto, y nos hacen creer que, si no estamos en constante movimiento, quedamos atrás.

La presión de un emprendimiento

Si tienes un emprendimiento, sabrás que la presión es real. No hay jefe diciéndote qué hacer, pero hay una voz en tu cabeza que no deja de recordarte que cada minuto cuenta. Hay facturas que pagar, clientes que atender y mil cosas que dependen de ti.

Los emprendedores suelen llevar muchas tareas al mismo tiempo, y la línea entre lo que podría considerarse como trabajo duro y la autoexplotación, es tan delgada que apenas se nota cuando la cruzas.

Para ti: Metodologías de emprendimiento | ¿Qué son?

Perfeccionismo y miedo al fracaso

El perfeccionismo es uno de los mayores aliados de la productividad tóxica. Queremos que todo salga impecable, pero ese afán por la perfección nos lleva a invertir más tiempo del necesario. Como resultado, terminamos agotados y sin avanzar demasiado.

Falta de límites entre trabajo y vida personal

El teletrabajo y los emprendimientos digitales han borrado las líneas entre “horas de trabajo” y “horas de descanso”. Si no hay límites claros, el trabajo se filtra en cada rincón de tu vida, y la desconexión se vuelve prácticamente imposible.

Consecuencias para el emprendedor y el emprendimiento

Emprendedor trabajando

1. Agotamiento físico y mental

El problema con los emprendedores es que muchas veces no hay opción de “pedir vacaciones pagadas” o simplemente desconectar. Los emprendedores suelen pensar que todo depende de ellos, y ese peso constante acaba dejándolos sin energía.

Esto trae como resultado baja creatividad, toma de decisiones impulsivas o, peor, indecisión y pérdida de pasión por el proyecto (ese que tanto amabas al principio).

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2. Pérdida de enfoque y productividad real

Trabajas sin parar porque quieres que tu emprendimiento crezca, pero cuando se trata de productividad tóxica, mientras más trabajas, menos avanzas. Como ya lo mencionamos, cuando estamos agotados o saturados, cometemos errores y, muchas veces, nos enfocamos en tareas poco importantes, dejando de lado las que realmente hacen crecer el negocio. Incluso podemos llegar a padecer los estragos del burnout.

3. Impacto en la calidad del trabajo

Cuando estás agotado, es fácil que la calidad del trabajo baje y en un emprendimiento la calidad es todo. Si empiezas a entregar cosas a medias o a cometer errores constantes, tus clientes lo van a notar.

La productividad tóxica te hace creer que puedes con todo, pero muchas veces es mejor frenar, delegar o replantear las cosas.

4. Falta de motivación

Este es uno de los peores escenarios a los que puedes enfrentarte, pero es más común de lo que parece. Por lo general, cuando llevas meses (o años) trabajando sin parar, llega un punto en el que te cuestionas si lo que haces realmente vale la pena. Además, si esto se mantiene, aumenta el riesgo de abandonar el emprendimiento.

¿Cómo puedes combatir la productividad tóxica?

Productividad tóxica

  • Descansa sin sentir culpa: Lo primero que debes tener en mente es que descansar no significa que estás perdiendo el tiempo. Es parte del proceso. Dormir bien y desconectar te hace ser mucho más efectivo.
  • Pon límites claros: No todo es urgente y tiene que estar listo ya. Debes aprender a decir “hasta aquí por hoy”.
  • Aprende a delegar: No tienes que hacerlo todo tú, es fundamental que si cuentas con un equipo de trabajo confíes en otras personas y deja que te ayuden.
  • Organiza tu día con intención: Empieza cada mañana identificando las tareas que debes realizar, si las cumples ya sabes que estás siendo productivo.
  • Tómate descansos durante el día: Pausa de 10 minutos por cada hora de trabajo y créelo que tu cerebro lo agradecerá y rendirás mejor. Para lograrlo, puedes aplicar la técnica pomodoro.
  • Acepta que no siempre tendrás tu productividad laboral al 100%: Habrá días lentos y está bien.
  • Establece horarios y respétalos: Ponle un horario a tu emprendimiento y cúmplelo, ya que trabajar sin límites Es solo hará un daño a tu bienestar.
  • Cuida tu cuerpo: Esto va de la mano con otras cosas, por eso haz ejercicio, come bien y duerme lo suficiente.
  • Valida y acepta: Según la National Education Association (2021), una forma de combatir la productividad tóxica es aceptar y validar todas las emociones. En caso de que tengas muchos problemas con este aspecto, lo recomendable es que consultes con un terapeuta.

Palabras finales

No quedan dudas que la productividad tóxica puede parecer el camino al éxito, pero en realidad, es una de las formas de desgaste más comunes que existen. Como emprendedor, tu mayor activo eres tú. Por eso, es necesario que recuerdes la importancia de descansar, desconectarte y cuidar de ti mismo.  Así que la próxima vez que termines tu lista de pendientes temprano, date permiso para disfrutar tu tiempo libre.