¿Sabías que 7 de cada 10 personas sueñan con tener su propio negocio? Estamos viviendo una época que nos impulsa a tener nuestro emprendimiento y a dejar de depender de un sueldo. Sin embargo, convertir ese sueño en realidad requiere más que una buena idea. Y es que emprender es el proceso de crear algo nuevo, ya sea un producto, un servicio o una empresa, con la intención de aportar valor y cubrir una necesidad en el mercado. Lo que pocos saben es que existen metodologías de emprendimiento que te ayudan en este objetivo.
El emprendimiento no solo consiste en tener una idea y esperar a que todo salga bien, sino que se necesita de algo más y aquí es donde entran en acción las metodologías. Estas proporcionan un marco estructurado para que todo fluya mejor, lo que quiere decir que, en lugar de improvisar, usar una metodología te brinda un plan de acción claro.
Por eso, en este artículo de Coworkingfy vas a descubrir todo lo relacionado con las metodologías de emprendimiento. ¡Así que, sigue leyendo!
Cuando hablamos de metodologías de emprendimiento nos referimos a una serie de herramientas, pasos y estrategias que funcionan como impulso para transformar la idea de negocio en algo real y palpable. Estas metodologías son de gran utilidad porque te ayudan a organizar este proceso, lo que en muchas ocasiones puede resultar complicado, especialmente cuando no sabes por dónde empezar.
También debemos mencionar que cada metodología tiene su propio enfoque y estilo, pero casi todas tienen algo en común, es decir, te ayudan a ir desde la idea hasta la ejecución de manera ordenada. La primera etapa es que te permiten clarificar cuál es el problema que estás resolviendo. Luego, te llevan a definir tu propuesta de valor (es decir, qué estás ofreciendo y por qué debería interesarle a alguien), además de guiarte para poner tu idea a prueba.
Vale decir que las metodologías no son una fórmula mágica que te lleven al éxito de un momento al otro, pero sí te ayudan a evitar errores y a avanzar con más seguridad.
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Es probable que hayas oído hablar de Lean Startup, porque es una de las más comunes o conocidas. Se basa en un principio sencillo que consiste en «prueba rápido, falla rápido y aprende rápido». En vez de pasarte meses desarrollando un producto perfecto, lo que busca es que lances lo más pronto posible una versión básica o un Producto Mínimo Viable (PMV). El objetivo es que salgas al mercado, recibas retroalimentación real de tus clientes y ajustes en base a lo que te digan; en pocas palabras, que te aventures sin pensarlo tanto.
La idea no es hacer todo perfecto desde el principio, sino ir mejorando sobre la marcha. Esta es una de las metodologías de emprendimiento que resulta muy útil, ya que permite ahorrar tiempo y dinero mientras te aseguras de que estás creando algo que realmente le interesa a la gente.
El Design Thinking es una metodología que pone a las personas en el centro. Por tanto, tu proceso de emprendimiento debe estar basado en entender profundamente a tu cliente.
Este enfoque es muy visual y colaborativo y cuenta con ciertas etapas para su aplicación: primero entiendes al cliente, luego defines su problema, creas soluciones, las prototipas y, finalmente, las pruebas. Lo bueno de esto es que el ciclo es bastante dinámico y siempre tienes la posibilidad de volver atrás si algo no funciona.
Otra de las principales metodologías de emprendimiento es el Modelo Canvas, una de las herramientas más visuales y prácticas para plasmar toda la estructura de tu negocio en un solo lugar. Te permite visualizar fácilmente quiénes son tus clientes, qué problema resuelves, cómo ganarás dinero, cuáles son tus costos, qué recursos necesitas, entre otros. Lo beneficioso de esta metodología es que te permite tener una perspectiva clara de todo lo que necesitas para que tu negocio funcione.
Scrum suele ser más conocida en el mundo del desarrollo de software, pero también es una metodología que se puede aplicar en el emprendimiento, como la metodología ágile . Su enfoque se basa en trabajar en equipo con ciclos cortos de desarrollo, llamados sprints, que generalmente duran entre una y cuatro semanas. Scrum es perfecto si tu emprendimiento requiere analizar resultados de forma constante.
A pesar de que puede parecer complicado, no debes preocuparte; es más sencillo de lo que crees. La clave está en analizar ciertos factores que te ayudarán a tomar la mejor decisión. Estos son:
El tamaño de tu equipo puede influir mucho en las metodologías de emprendimiento que te conviene utilizar. Si estás emprendiendo solo, probablemente prefieras algo más simple y flexible o si tienes un equipo más grande es posible que necesites algo más formal y organizado, como Scrum o Modelo Canvas.
Algunas metodologías están diseñadas específicamente para tipos de proyectos particulares, así que tienes que pensar en cuál se adapta mejor al tuyo.
Si tu proyecto es algo tecnológico, como una app o una plataforma en línea, puede que Lean Startup te sirva bien. Pero si es más tradicional, como abrir una cafetería o una pequeña tienda, el Modelo Canvas puede ser tu mejor aliado. ¡Piénsalo muy bien!
Otro factor que no puedes pasar por alto son los recursos que tienes a tu disposición y no solo nos referimos al dinero (aunque es importante), sino también a tiempo, herramientas y conocimientos.
Si tienes recursos limitados, metodologías como Lean Startup pueden ser muy útiles, ya que están diseñadas para maximizar resultados con lo que tienes a mano. Pero si en cambio cuentas con más recursos, como un presupuesto robusto, podrías optar por metodologías que requieren más estructura, como Scrum.
Si tu proyecto es uno que requiere cambios constantes y adaptaciones rápidas, como suele suceder en los mercados digitales o tecnológicos, entonces una metodología ágil como Lean Startup o Scrum es ideal. Y si tu emprendimiento es más estable y predecible, como un negocio local (bien sea un restaurante o una boutique) podrías optar por algo más estructurado como Modelo Canvas o Design Thinking.
No te olvides de tener en cuenta tu propio nivel de experiencia y el de tu equipo. Si es la primera vez que estás emprendiendo, probablemente prefieras una metodología sencilla y directa, que no sea demasiado técnica. Pero si tú o tu equipo ya tienen experiencia en emprendimiento o en metodologías de gestión de proyectos, podrías probar algo más avanzado.
Hoy en día Airbnb es uno de los gigantes en la industria del turismo y los alquileres vacacionales, pero no siempre fue así, irónicamente su inicio fue bastante modesto, ya que los fundadores empezaron alquilando colchones inflables en su propio departamento para personas que no podían encontrar habitaciones de hotel durante una conferencia en San Francisco. Pero, usando el enfoque de Lean Startup pasaron a tener una empresa multimillonaria
Ellos se basaron en lanzar productos lo antes posible y probarlos en el mercado real. Esta metodología les resultó perfecta. En lugar de invertir grandes sumas de dinero desde el principio, comenzaron con una idea básica y luego fueron mejorando la plataforma a medida que obtenían retroalimentación de los primeros usuarios, lo cual les permitió crecer de manera ágil y evitar grandes pérdidas iniciales.
Las metodologías de emprendimiento son esenciales para aventurarse en este complejo mundo. Esperamos que selecciones la que mejor se adapte a tus necesidades. Y recuerda que, en caso de que tengas alguna duda, puedes dejarla en los comentarios. ¡Hasta la próxima!