En el presente, las empresas consideran indispensable que los empleados cuenten con una sólida preparación académica y habilidades prácticas para desempeñar sus funciones de forma exitosa, siendo una de las razones por las que el proceso de selección y contratación de personal suele ser meticuloso y, en algunos casos, tardado. El cambio ha sido bastante significativo y esto se debe principalmente por el valor que han tomado las competencias profesionales.
Es por eso que si tienes la duda acerca de cuáles son las principales competencias laborales, no te preocupes, acá, en este artículo de Coworkingfy, podrás encontrar toda la información que necesitas y los ejemplos de las competencias más demandadas en la actualidad. ¿Quieres saber más? ¡No te lo pierdas!
Las competencias laborales no son más que todo el conjunto de conocimientos, destrezas, y actitudes que tiene una persona en relación con su ámbito de trabajo. Lo que a su vez le permite forjar su capacidad para ejecutar sus labores de manera eficaz y contribuir al logro de los objetivos de una organización.
Estas competencias pueden ser bastante diversas, ya que van desde habilidades técnicas específicas hasta aptitudes interpersonales, además de capacidad de resolver problemas y la adaptabilidad al cambio, entre muchas otras. Debes tener en cuenta que dominarlas es fundamental para sobresalir dentro del amplio terreno laboral, aunque, por lo general, estas suelen ser adquiridas mediante formación, experiencia, crecimiento personal y profesional.
Son aquellas competencias que se relacionan con las habilidades y conocimientos técnicos que son necesarios para desempeñar una tarea o función específica en un área determinada. Como, por ejemplo: habilidades en programación informática, conocimientos en contabilidad, destrezas en diseño gráfico, manejo de maquinaria especializada, entre otros. Dentro de estos tipos de competencias laborales se pueden clasificar todas aquellas que son adquiridas mediante estudios especializados o académicos, aunque también suelen forjarse con la experiencia.
Dentro de este grupo de competencias se encuentran todas aquellas capacidades de interactuar efectivamente con otras personas en el entorno laboral. Por ejemplo, incluyen: habilidades de comunicación verbal y escrita, trabajo en equipo, empatía, capacidad de liderazgo, negociación, resolución de conflictos y habilidades de networking.
Estas competencias tienen que ver con la capacidad de gestionar y dirigir eficazmente uno mismo en el trabajo, como por ejemplo, la organización del tiempo, la capacidad de tomar decisiones, la resiliencia ante el estrés, la adaptabilidad al cambio, la creatividad, la proactividad, entre otros. Todas estas competencias suelen ser innatas de las personas, aunque a medidas que experimentan situaciones pueden irse moldeando de una mejor manera.
Otra de las competencias laborales guarda estricta relación con el liderazgo. Básicamente, es aquella habilidad donde un miembro del equipo tiene la capacidad para orientar a un grupo de trabajo hacia el éxito. En ese sentido, las competencias de liderazgo incluyen la capacidad para inspirar, motivar, guiar, la empatía y la capacidad comunicativa.
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La comunicación efectiva es fundamental en cualquier entorno laboral, porque se relaciona principalmente con la capacidad de transmitir información de manera clara, concisa y comprensible tanto verbalmente como por escrito. Algo importante a mencionar dentro de este ejemplo es que los individuos con habilidades de comunicación efectiva pueden expresar sus ideas de manera coherente, escuchar activamente a los demás y proporcionar una buena retroalimentación, todo esto facilita y contribuye la colaboración, previene malentendidos y fomenta un ambiente de trabajo productivo y armonioso.
Otro de los mejores ejemplos de competencias profesionales es el trabajo en equipo, considerado como un elemento esencial para lograr alcanzar el éxito en la mayoría de los entornos laborales. Los individuos con habilidades de trabajo en equipo pueden contribuir de manera positiva a un grupo, compartir ideas, apoyar a sus compañeros, resolver conflictos de la mejor forma y trabajar en proyectos conjuntos, lo que a su vez se relaciona de forma armoniosa con la diversidad de pensamiento, promoviendo la creatividad y el logro de resultados más sólidos.
Es crucial para maximizar la productividad y cumplir con los plazos en el trabajo, tiene que ver con todo lo relacionado a la capacidad de planificar, organizar y priorizar las tareas de manera eficiente para utilizar el tiempo de manera efectiva.
Todas aquellas personas que poseen estas habilidades tienen el poder de establecer metas realistas, evitar la procrastinación, identificar las actividades más importantes y delegar tareas cuando sea necesario. Esto trae consigo diversas ventajas como pueden ser la disminución del estrés, una mejora significativa en la eficiencia y mantenimiento de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
La resolución de problemas es otro ejemplo de habilidad fundamental en el entorno laboral, ya que permite identificar, analizar y encontrar soluciones efectivas a los problemas o situaciones complicadas, siendo una de las competencias más valoradas en el mundo empresarial. Cualquier empleado que tenga esta habilidad puede evaluar diferentes enfoques, pensar de manera creativa, tomar decisiones informadas e implementar acciones adecuadas y eficientes para superar los desafíos. Esta competencia laboral fomenta de gran manera la innovación, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo.
Esta es una competencia clave para quienes ocupan roles de supervisión o gestión, así como para aquellos que desean influir positivamente en su entorno laboral. Los líderes efectivos pueden inspirar confianza, delegar responsabilidades, resolver conflictos y tomar decisiones difíciles cuando sea necesario.
Otro ejemplo es la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas situaciones, tecnologías o procedimientos. Las personas que tienen desarrollada esta competencia pueden ajustar sus métodos de trabajo, mantener una mentalidad abierta y aprender de nuevas experiencias para seguir siendo efectivos en su rol.
Las personas con esta competencia están abiertas a adquirir nuevos conocimientos, buscar oportunidades de desarrollo profesional y aplicar lo que aprenden para mejorar su desempeño laboral, lo que resulta ser muy importancia en la actualidad debido a los cambios que se presentan constantemente en el entorno empresarial.
La capacidad de manejar estas situaciones de manera constructiva, encontrar soluciones mutuamente beneficiosas y mantener relaciones profesionales positivas es una competencia altamente valorada por cualquier organización. En ese sentido, teniendo en cuenta que en cualquier entorno laboral la posibilidad de que se creen conflictos es bastante alta, lo importante es saber enfrentar esas situaciones de la mejor manera.
Implica la capacidad de pensar a largo plazo, identificar oportunidades y amenazas, y desarrollar planes y estrategias para alcanzar los objetivos organizacionales. Las personas con pensamiento estratégico tienen una visión global y pueden tomar decisiones que beneficien a la empresa a largo plazo.
A pesar de ser nuestro último ejemplo en esta lista, la resiliencia es una de las competencias laborales más valoradas, porque la capacidad de recuperarse rápidamente de situaciones difíciles o adversidades resulta ser esencial en cualquier entorno. El hecho de que una persona pueda adaptarse a cambios repentinos y enfrentar desafíos con determinación y optimismo es muy valorado, ya que a pesar de las adversidades tienen el poder de seguir siendo efectivos en su trabajo.
El compromiso, la práctica y enfoque son elementos fundamentales para el desarrollo de las competencias laborales, ya que se trata de un proceso continuo que requiere de una serie de pasos para mejorarlas. Lo importante a tener en cuenta, en este sentido, es que debes ser paciente y mantener un enfoque contante para lograr tu propio crecimiento y desarrollo, además de seguir los pasos que te presentamos a continuación:
Autoevaluación: Lo primero que debes hacer es una autoevaluación que te permita identificar tus fortalezas y áreas de mejora. Ten presente tus habilidades actuales y considera qué competencias necesitas adquirir o mejorar para alcanzar tus metas profesionales.
Establece metas claras: Lo otro de debes hacer es establecer objetivos realistas y medibles que te permitan realizar un seguimiento de tu progreso a lo largo del tiempo. Esto es muy importante, porque de lo contrario te sentirás frustrado e incapaz al no lograr los objetivos.
Educación y formación: En ninguna circunstancia debes parar o dejar de lado tu formación. Lo ideal y más recomendable es que busques oportunidades de educación y formación que te permitan adquirir conocimientos y habilidades en áreas específicas. Por ejemplo, puedes buscar en línea cursos, talleres, seminarios, programas de certificación o programas de desarrollo profesional ofrecidos por tu empresa.
Práctica y experiencia: Busca oportunidades para asumir proyectos desafiantes, de nada te sirve tener el potencial y la capacidad de hacer algo si no lo pones en práctica, consigue escenarios desafiantes para mejorar las competencias que sean necesarias.
Las competencias laborales tienen una importancia enorme en cualquier ámbito empresarial, cada persona tiene la habilidad de destacarse con cada una de ellas, lo importante es identificarlas y buscar la forma de adquirir muchas otras para lograr destacar. Recuerda que el mundo laboral va en constante cambio y mantenerse a la par como profesional resulta ser indispensable.