¿Estás empezando un negocio propio, un nuevo proyecto o quieres darle un poco más de forma y proyección a tu emprendimiento? Pues debes saber que tener tu propia página web es uno de los puntos más importantes para ello. En la era digital, si tu negocio no está en Internet estarás limitando enormemente sus posibilidades de crecimiento y escalabilidad. Y es que la presencia digital se ha convertido en un aspecto indispensable para todos los negocios, sea cual sea el rubro en el que se manejen.
Si estás pensando en dar ese paso, una buena idea es empezar a fijarte en los dominios gratis a los que podrías acceder para nombrar tu página web.Lo primero que debes saber en este sentido, es que tu página web es la tarjeta de presentación de tu negocio. Es el primer contacto que los usuarios tienen con tu marca en el plano digital, y justo allí radica su importancia.
No obstante, queremos matizar que, aunque hoy nos centremos en este concepto, hay otros aspectos a los que debes prestar suma atención si quieres que tu negocio sea accesible, cercano y atractivo para tu público potencial: desde la elección del dominio, la estructura, el diseño, las imágenes, la usabilidad, el copywriting…
En resumen, todas las partes de tu página web son importantes, y no debes descuidar ninguna de ellas. Por suerte, las nuevas tecnologías han desarrollado aplicaciones muy amigables para que, con algo de atención y de voluntad, puedas desenvolverte con éxito en el universo digital. Acompáñanos a conocer el significado y alcances de este concepto. Pero, ahora, centrémonos en los dominios.
Si has hecho compras por internet o has enviado algo a la dirección de un amigo, sabrás que además de la calle o el número de departamento, hay un dato que no puede faltar: el código postal. Pues lo mismo ocurre con el dominio, que vendría a ser el equivalente de una dirección física en el mundo del internet. Para que un navegador web pueda dirigirte a una página, necesita saber el dominio, el nombre con el que esa página ha sido registrada. Cada sitio web que encontramos en el ciberespacio tiene un nombre de dominio único e irrepetible. En términos un tanto más técnicos, el dominio es una cadena de caracteres única que un usuario debe ingresar a un navegador web para acceder a un sitio web específico.
Todos los dominios que encontramos en Internet están integrados por dos componentes. En primer lugar encontramos el nombre del sitio web, seguido de la extensión del dominio. Para ilustrar con un ejemplo, en el caso del dominio www.facebook.com, el nombre del sitio sería Facebook y la extensión del dominio sería el .COM. Si bien es la extensión más común, también existen otras como .NET, .ORG, .EDU, .INFO, entre otras.
También es importante para la comprensión del concepto de dominio, saber que se integran por dos elementos principales: un dominio web y un servidor web. El primero se trata del nombre que las personas escriben en el navegador para acceder a tu sitio web. El segundo se trata de una máquina física que aloja los archivos y las bases de datos con las que funciona tu sitio web, y los envía a las personas a través de Internet, cuando visitan tu página desde su móvil o computadora.
Los nombres de los dominios son uno de los elementos más determinantes en el éxito de una marca en Internet, al punto de que su valor monetario se hace cada día más elevado. Incluso, hay proyectos comerciales que, al no encontrar disponible un dominio igual al nombre de la marca, han preferido buscar otro nombre. Esto refleja algo sobre lo que no existen dudas: el dominio que selecciones será vital para que tus potenciales clientes te visualicen en la web y por lo tanto, tu empresa pueda escalar en el plano digital. Pero, ¿Cuáles sin los criterios que deben imperar si estás empezando de cero con una página web? Veamos.
Como vimos hace algunas líneas, en el mercado del Internet existen diferentes extensiones que pueden usarse para completar un dominio. Escoger la más adecuada para tu proyecto representará una parte fundamental en la construcción de tu presencia en línea. Son muchos los factores que influyen en este sentido, desde el rubro en el que se encuentre tu negocio hasta el propósito puntual que tienes con tu web. Por ejemplo, la extensión .COM proviene del término comercial, es la más popular y la preferida de las empresas.
Otras opciones conocidas son el .NET, que inició asociándose con servicios o empresas de tecnología de redes. También el .ORG, con el que se identifican las asociaciones sin fines de lucro u organizaciones no gubernamentales. Se suman extensiones que representan una determinada localidad geográfica, como .MX para México o .CO para Colombia.
Este es un consejo clave, especialmente si consideras que tu negocio puede crecer y consolidarse como un referente en tu rubro. No importa se deseas focalizar todas las estrategias digitales en un dominio con una sola extensión, lo recomendable es que procures comprar también las demás. Si tu marca se va haciendo conocida, es probable que tus competidores quieran comprar tú mismo dominio con otras terminaciones, para atraer hacia ellos a potenciales clientes que buscan tu oferta. Esto lo solucionas de manera simple: comprando las demás extensiones que se asocien al nombre de tu marca, para tener control sobre ellas.
Una de las claves más importantes a tener en cuenta para escoger tu dominio, es optar por una terminología simple, fácil de recordar, breve, que no incluya abreviaturas, guiones ni otros elementos que dificulten su búsqueda. Apuesta a la sencillez, que es el mejor método para que tu dominio sea recordado. Lo ideal es usar un máximo de tres palabras, o unos seis a diez caracteres.
El dominio es uno de los elementos más importantes para crear tu presencia en Internet y crecer en el plano digital. Apuesta a opciones simples, breves y que representen el verdadero espíritu de tu marca.