Es usual que muchas personas confundan un mapa mental con un mapa conceptual, pues son de naturaleza similar. Ambas son herramientas de visualización que nos permiten tener una mejor comprensión de la información por la manera en que esta va organizada. Sin embargo, aunque ambos son estrategias de aprendizaje, gozan de características propias que los hacen más atractivos para un tema u otro. En Coworkingfy te contamos cuál es la diferencia entre mapa mental y mapa conceptual para que seas tú quien elija cuándo hacer uso de uno u otro.
Tanto el mapa conceptual como el mapa mental son herramientas fascinantes. Su selección dependerá de los objetivos que busquemos con el planteamiento del tema en cuestión. El mapa conceptual es muy útil para exponer temas, pues facilita la interiorización de contenidos, por la esquematización visual de los conceptos claves. El mapa mental, por su parte, es un método eficaz para extraer y memorizar información. Es una forma lógica y creativa de tomar notas. Y, además, permite expresar ideas de forma gráfica a través de dibujos o símbolos.
Joseph Novak, educador estadounidense, es conocido por su desarrollo del concepto de mapa conceptual. Ha enfocado su conocimiento en el aprendizaje humano, los estudios de la educación y la representación del conocimiento. Entre sus trabajos de investigación incluye estudios sobre la epistemología y métodos para aplicar ideas y herramientas educativas, entre los que destacan los mapas conceptuales. Para Novak, «los mapas conceptuales constituyen una representación explícita y manifiesta de los conceptos y proposiciones que posee una persona». Propone aplicar esta herramienta en entornos corporativos y en programas de educación a distancia.
Tony Buzan, psicólogo y escritor británico, es conocido, en cambio, por desarrollar el método de mapa mental. Este debe su popularidad al libro Use your head, donde promueve la nemotecnia y los mapas mentales. En 2006 publicó un libro dedicado a esta herramienta llamado MindMap. Para Buzan, el mapa mental es «una técnica gráfica que nos permite representar la información de forma sencilla, espontánea y creativa con el objeto de que sea fácilmente asimilada y recordada por el cerebro». Este escritor ha profundizado en sus obras temas relacionados con la inteligencia espiritual, la memoria, la creatividad, la lectura rápida y el uso de mapas mentales aplicados en distintos ámbitos.
Ya sabes qué es un mapa mental y te hemos contado un poco sobre la diferencia entre mapa mental y conceptual. Ahora profundizaremos un poco más y definiremos ocho diferencias entre mapa conceptual y mapa mental:
En el mapa conceptual la estructura es jerárquica. Inicia con conceptos concretos y luego se desarrolla lo particular con conceptos específicos. Es como un árbol con la raíz arriba. En cambio, el mapa mental no tiene estructura preestablecida. La estructura de un mapa mental reúne solo los puntos importantes de un tema e indica de manera sencilla la forma en que estos se relacionan entre sí. Por lo general, muestra el asunto central en el medio del mapa. Sin embargo, existen otros tipos de mapas mentales que varían su estructura, pero no su esencia.
Los mapas conceptuales facilitan la autoevaluación y el repaso comprensivo del conocimiento. El objetivo del mapa mental, en cambio, está más enfocado en contribuir con la memorización de la información. Este aspecto deriva del impacto que provocan las imágenes y los colores en el cerebro.
Los mapas conceptuales parten de una idea inicial cuyas respuestas se representan con las palabras. De la idea central se desglosan las ideas principales, y de estas las ideas secundarias. En los mapas mentales el protagonismo lo tienen las imágenes. En esta herramienta las ideas se representan con dibujos o símbolos y muy pocas palabras. Los temas de segundo o tercer orden parten, usualmente, de un asunto central. Es importante que tengas esto en cuenta si quieres aprender cómo hacer un mapa mental.
El mapa conceptual debe incluir palabras de enlace, proposiciones, líneas y flechas de enlace. En estos no es necesario el uso de imágenes y su trazado es más objetivo, neutro y aséptico. En el mapa mental, por su parte, no se incluyen enlaces cruzados. Las imágenes y símbolos son parte esencial de esta herramienta, así como los colores y elementos creativos.
El mapa conceptual promueve el pensamiento crítico y la resolución de problemas. El mapa mental promueve la creatividad. Además, no posee una estructura lineal. Ello hace que las ideas fluyan más rápido y sean más fáciles de memorizar para el cerebro. Puedes comprobar este aspecto viendo distintos ejemplos de mapas mentales.
En el mapa conceptual se permiten nodos con varias palabras o, incluso, conceptos cortos. Esta herramienta se compone de pequeñas descripciones o definiciones. En los mapas mentales se evitan los nodos con más de una palabra y se le da énfasis al uso de imágenes y símbolos. El objetivo del mapa mental es convertir los conceptos en dibujos.
En los mapas conceptuales la relación entre definiciones forma vínculos que pueden leerse literalmente. En los mapas mentales, la lectura literal de las ramificaciones no siempre es semánticamente correcta. Este es uno de los contras de los mapas mentales arbóreos, específicamente. Debido a su estructura, el orden de las ideas puede afectar la comprensión del tema. Sin embargo, existen distintos tipos de mapas mentales y puedes escoger el que mejor se adapte a tus necesidades.
En el mapa conceptual se usan pocos colores, pues está más enfocado en la esquematización del tema de forma prolija. Mientras que en el mapa mental el uso de colores es fundamental. Este aspecto lo hace altamente efectivo, ya que contribuye con la memorización del tema y sus características. De hecho, se recomienda utilizar un color distinto por cada tema secundario que derive del asunto central.
Después de presentarte la diferencia entre mapa mental y mapa conceptual podemos concluir que un mapa no es más importante que el otro. Su selección y uso, en todo caso, dependerá del objetivo que busquemos o del tema que tratemos. Es la naturaleza del tema la que definirá cuál mapa se le ajusta mejor para representarlo. Escoger la herramienta correcta garantizará que el esquema logre su cometido.
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