El trabajo remoto se ha convertido en una tendencia global que ha cobrado mayor relevancia, principalmente por todas sus ventajas. Sin embargo, no hay que negar que trabajar desde casa tiene su lado complicado, ya que trae consigo desafíos que muchas veces no se ven venir; entre ellos el agotamiento trabajo remoto.
Es la sensación de que el trabajo se mezcla con la vida personal y que, en lugar de tener más libertad, terminas sintiéndote atrapado. Pero debes saber que esto sucede más de lo que crees, así que con este artículo de Coworkingfy vas a conocer sobre qué es el agotamiento trabajo remoto, cómo reconocerlo y algunas estrategias que puedes implementar para evitar enfrentarte a ese malestar.
El agotamiento trabajo remoto es una forma de estrés laboral que ocurre cuando se pierde la línea entre el trabajo y la vida personal; muchas veces puede ser crónico. A diferencia de los trabajos de oficina tradicionales, donde hay una clara separación entre ambas vidas, trabajar desde casa tiende a ser más confuso al momento de separar las ocupaciones.
El agotamiento puede manifestarse de muchas maneras, como que sigas sintiéndote cansado sin importar cuánto duermas, que estés desmotivado constantemente o si te distraes con cualquier cosa.
La fatiga digital y el agotamiento son problemas que a menudo no reciben la atención que merecen, a pesar de su creciente impacto en nuestra vida diaria, especialmente por la popularidad que está ganando el home office y ser nómada digital. No obstante, hay que destacar que el hecho de ignorarlo no solo afecta tu bienestar, sino que también impacta tu productividad laboral y hasta tu salud, ocasionándote inconvenientes como:
Por todo eso las empresas también deben tomar en serio este tema, ya que un equipo agotado impacta directamente, trayendo consecuencias como disminución de la creatividad y eficiencia.
Hay que destacar que el agotamiento cuenta con ciertas causas que se deben conocer, debido a que no es algo que aparece de la noche a la mañana, sino que es el resultado de una acumulación de factores que poco a poco te van afectando, como los siguientes:
Cuando trabajas desde una oficina, hay un momento bien definido en el que el día laboral termina, pero cuando trabajas desde casa eso desaparece. Es común que, sin darte cuenta, termines respondiendo correos mientras cenas o revisando pendientes en la cama. Esto da como resultado que sientas que no sales realmente del trabajo.
Trabajar desde casa sin duda brinda muchísima comodidad, pero también puede volverse solitario, a diferencia de una oficina donde hay interacciones espontáneas. Aunque parezcan cosas pequeñas, esas interacciones ayudan a hacer el trabajo más llevadero.
Cuando trabajas de forma remota, esas conversaciones desaparecen y pueden ser reemplazadas por largos períodos de silencio. Todo ello puede hacer que te sientas desconectado del equipo e incluso afectar tu estado de ánimo.
Uno de los mayores problemas del trabajo remoto es la “disponibilidad constante”; parece que siempre tienes que estar en línea y, como no hay una hora fija de salida, muchas veces terminas sintiendo que debes justificar cada minuto que no estás activo. El problema es que tu cerebro nunca descansa y el estrés empieza a acumularse.
Cuando trabajas desde casa, todo lo relacionado con la hora de llegada, pausas y demás depende completamente de ti. Si no estableces una rutina bien definida, el día puede volverse un caos, ya que se hace que sea más difícil organizar el tiempo, aumentando la sensación de estar siempre ocupado, pero no ser suficientemente productivo.
Reconocer sus síntomas es fundamental para tomar medidas a tiempo y evitar que afecte la productividad y la calidad de vida. Estos son algunos de los más comunes.
El agotamiento trabajo remoto no solo afecta el cuerpo, también tiene un impacto enorme en cómo te sientes y en cómo gestionas tus emociones. Algunas señales son:
Si has sentido alguno de los síntomas anteriores no debes abrumarte, ya que afortunadamente existen formas de prevenir el burnout. Aquí te compartimos algunas estrategias que realmente funcionan.
Empieza por establecer un control de horario y cúmplelo tanto como sea posible, por ejemplo: si decides trabajar de 9 a 5, respétalo como si estuvieras en una oficina. También procura no revisar correos ni mensajes fuera de tu horario, ya que todos deben entender que no necesitas estar disponible 24 horas al día. Ten presente que, si no es urgente, puede esperar hasta que sea el horario que corresponde.
Si trabajas desde la cama o en tu habitación es más difícil desconectar porque tu cerebro asocia esos lugares con el descanso. Lo ideal es tener un espacio dedicado para trabajar, por ello siempre es recomendable buscar una zona pequeña en tu hogar que sea exclusiva para trabajar.
La falta de interacción social al tener un trabajo remoto puede afectar tu estado de ánimo y aumentar la sensación de agotamiento. Debes tratar de salir de tu casa y socializar o, al menos, procura mantenerte en contacto con tu círculo social, aunque sea de forma virtual.
Es importante que te dediques a otras cosas más allá de trabajo: puedes buscar un pasatiempo que te ayude a cambiar de mindset y desconectar por completo. Lo más recomendable es que no tenga nada que ver con pantallas, como salir al aire libre y disfrutar del paisaje.
La salud mental es uno de los puntos más importantes relacionados al agotamiento trabajo remoto, muchas veces se suele priorizas el cansancio físico, pero cuidar tu bienestar emocional también es clave.
Si te sientes abrumado puedes optar por hablar con un amigo, un familiar o incluso un profesional. Aplica técnicas como la meditación, la respiración consciente o el mindfulness, ya que esto puede ayudar a reducir el estrés.
Ya sabes cómo prevenir el agotamiento trabajo remoto. Ahora no puedes perder más tiempo: Recuerda, ser productivo no significa sacrificar tu salud. Solo cuando te sientes bien puedes dar lo mejor de ti.