Si eres diseñador, fotógrafo, animador o cualquier profesional que trabaje con la imagen, entenderás mejor que nadie de lo que hablamos cuando nos referimos a un bloqueo. Sin embargo, es normal que pase. Afortunadamente, de tanto que pasa, hemos aprendido a usar diversas herramientas para superarlo. Una de ellas, es el moodboard. También es conocido como tablero de inspiración, panel de creatividad o panel de tendencias.
En este artículo explicaremos en qué consiste un tablero de inspiración, qué clase de cosas puedes poner en él, sus beneficios y cómo y dónde hacerlo.
Entonces, lo primero.
Un moodboard, o un tablero de inspiración, es una colección de imágenes y otros elementos que causan un impacto visual por lo que transmiten a nivel sensorial (sus colores, su textura, su geometría) o por lo que evocan a nivel simbólico (el sentido de los objetos más allá de lo literal). Usualmente, son elementos que se ponen juntos para trabajar en la identidad visual de cualquier proyecto.
Puede parecer un tipo de collage, pero a diferencia de este, su fin no es el producto en sí mismo, sino servir como herramienta de inspiración para otro proyecto creativo.
No existen reglas respecto a qué puedes o no agregar a un moodboard. Esto dependerá de tu proyecto, pero generalmente contiene elementos como fotografías, dibujos, patrones, colores, ideas, texturas, tipografías e incluso objetos.
Por ejemplo, si estás trabajando en un photoshoot y necesitas idear un ambiente, puedes crearte un moodboard con fotografías de algunos referentes. Estos pueden ser paisajes o escenarios, tonalidades, objetos y cualquier elemento que te conecte con esa sensación que quieres transmitir.
Si, en cambio, lo que que quieres es hacer el diseño de un personaje para una serie, lo que debes poner en el moodboard son elementos más simbólicos que te ayuden a construir su personalidad: imágenes de una mochila, un escritorio con una laptop, un par de libros, jeans y tenis converses de todos los colores… Eso ya te da una idea de cómo viene siendo el personaje, ¿o no?
Usar esta herramienta para tu proyecto tiene múltiples ventajas. Algunas de estas son:
¿Recuerdas ese episodio de Los Simpsons en el que Bart entiende que es un artista y, en su vida adulta, se ve que tiene un negocio de bicicletas? Al final de este capítulo (Barthood), aparece Lisa pintada en un mural tras la reja del negocio de Bart.
Vamos a imaginar que, para pintar dicho mural, Bart se creó un moodboard llevando a cabo los siguientes pasos:
Ya sea la creación de un logo, el diseño de un vestido, la escenografía de una película o el pintar un mural, tienes que tener claro a qué le estás apuntando antes de empezar con tu moodboard.
En el caso de Bart, esto podría ser un mensaje tan sencillo como ‘Lisa, te quiero y te admiro’ (aunque claro, esto es un poco difícil de imaginar con este personaje, pero hagámoslo en pro del ejercicio).
Puede ser físico o digital dependiendo de la naturaleza del proyecto que vayas a desarrollar. Por ejemplo, en un proyecto textil o de papelería, las texturas y la materialidad son muy importantes. En estos casos lo más sensato es hacer un moodboard tradicional en un tablero de corcho, o en una cartelera. Sin embargo, para proyectos en donde lo que prevalece es lo visual, hacer un moodboard online ofrece ventajas que veremos más adelante.
De cualquier manera, sabemos que Bart Simpson es un rebelde viejo-escuela que prefiere tirarle piedras con un tirachinas a sus profesores antes que molestarlos por internet y que, sin duda, escogería un medio físico.
Pueden ser imágenes, fotos, colores, texturas, objetos, dibujos, frases o lo que sea que te inspire.
Para el mural en cuestión, Bart podría poner fotos de él con Lisa, o de Lisa sola (en sus mejores y peores momentos), algunos graffitis de El Barto, e imágenes de patrones de llamas y calaveras.
Ten en cuenta que el proceso creativo es algo fluctuante. Es decir, está en constante movimiento. Entonces, la primera versión de tu tablero no es la última: a medida que un proyecto va evolucionando, puedes ir agregando y quitando cosas en dependencia de hacia dónde te vayas enfocando.
En este paso, Bart seguramente reemplazaría las calaveras por imágenes con colores suaves y cálidos que le generen la misma sensación que le produce su hermana.
Para proyectos en donde lo que prevalece es lo visual, hacer uno moodboard digital puede resultar muy provechoso. Además, incluirá todas las ventajas que ofrece internet: accesibilidad remota, facilidad en la edición… Y, además, lo más importante para cualquier emprendimiento: ¡la posibilidad de trabajar de una manera colaborativa!, pues puedes compartir estos tableros con tus compañeros.
Aquí te mostramos las cinco plataformas más completas a las que puedes acceder para hacer uso de esta herramienta creativa:
Una vez registrado, puedes usar la plataforma de una manera gratuita. Es una de las opciones más completas, pues te ofrece herramientas para agregar texto, imágenes, formas y hasta videos. Desgraciadamente, los tableros no se pueden exportar. En cambio, sí se puede compartir el enlace para que tu equipo lo vea.
También una herramienta muy completa que solo te pide registrarte para poder acceder a todas sus funciones. Igualmente, te permite exportar tu creación o compartirla con tus compañeros para que trabajen juntos. Consigue aquí Adobe spark gratis.
Las funcionalidades de esta plataforma están muy en sintonía con lo que permite internet. En ella puedes insertar contenido multimedia (imágenes y videos) a partir de enlaces, ¡sin tener que guardar contenidos en tu ordenador! Además, te permite agregar otros tableros en el principal. También ofrece una extensión para Google Chrome con la que puedes guardar en tu cuenta de Niice cualquier contenido visual que encuentres en otra plataforma. Te permite exportar, compartir y hasta ponerle contraseña a tus tableros. Puedes crear un número máximo de tres tableros gratuitos.
Otra plataforma muy cómoda y completa. Te permite importar todo tipo de contenido visual (también enlaces, aunque a diferencia de Niice no te ofrece un preview), exportar y compartir el tablero. ¿Cuál es su plus? ¡Te permite dibujar! Lo puedes probar gratis por 30 días.
Con esta plataforma también puedes dibujar, insertar textos e imágenes, compartir a tus compañeros y hasta ponerlo en modo «hacer presentación» por si quieres explicar el tablero. ¿Lo mejor de todo? Lo único que te pide, es registrarte y verificar tu e-mail.
Otras herramientas para hacer un moodboard son los programas como Photoshop o Illustrator, o cualquier aplicación que te permita construir un collage si te sientes cómodo en ellos. E, incluso, una plataforma como Instagram, al igual que Pintrest, te permite coleccionar imágenes y hasta videos usando su opción de «marcar».
Recuerda que lo importante es que sea una herramienta con la que te sientas a gusto para dejar fluir toda tu creatividad.
Ahora ya sabes que un moodboard es una herramienta visual. Ella recopila elementos inspiradores y sirve para darle claridad y enfoque a tu proyecto. También ya conoces los múltiples beneficios que ofrece. Y, además, puede realizarse siguiendo cuatro sencillos pasos. Por último, recuerda que dispones de una variedad de herramientas en línea para construir este tipo de panel creativo.
Así que ¡ahora es tu turno! Anímate a crear un moodboard y sácate de la cabeza ese bloqueo creativo que no te deja dormir.
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