Si tienes un emprendimiento o startup, debes saber que grandes inversiones sin resultados positivos pueden llevar a tu compañía emergente al fracaso. Pero ¿qué hacer para estar seguro de si debes o no invertir dinero en un nuevo producto o proyecto? Existen diversos métodos que te pueden ayudar a probar si tu idea tendrá éxito o no. Lean Startup es uno de ellos.
Con esta técnica podrás acortar los ciclos de desarrollo de un producto y averiguar si tu lanzamiento es factible o no, a través del aprendizaje validado. ¿Quieres conocer cómo aplicarla? Sigue con nosotros porque te contamos en qué consiste el método Lean Startup y cuáles son los pasos para ejecutarlo.
El Lean Startup es un método para desarrollar productos o negocios acortando los procesos. Se basa en la experimentación, el aprendizaje validado y la iteración o repetición para probar y mejorar una idea hasta obtener el producto final. Fue creado por Eric Ries, ingeniero de software, quien se inspiró en el método Customer Development de Steve Blank.
Blank plantea que hay que conocer muy bien a los clientes y sus problemas antes de lanzar cualquier idea de negocio al mercado. Por ello, el Lean Startup propone una metodología para aprender del cliente de la forma más rápida y económica posible, con el fin de reducir el riesgo de fracaso en el lanzamiento de un producto.
La metodología Lean Startup se basa en tres pasos fundamentales para probar la factibilidad de una idea: crear, medir y aprender. Este proceso contiene sus propias fases y no se realiza una sola vez durante la aplicación de esta metodología. De hecho, se repite muchas veces, hasta que obtenemos un prototipo de producto o negocio cuyo éxito es probable.
El objetivo de este método es evitar grandes inversiones de recursos monetarios, intelectuales o emocionales en ideas que no son realizables. En cambio, nos permite validar una y otra vez nuestra hipótesis inicial. Con esta técnica reducimos las probabilidades de fracasar en el lanzamiento de un nuevo producto. Acá te contamos cuáles son los pasos que debes seguir para aplicar esta metodología:
Para iniciar el proceso de Lean Startup debes comenzar por la creación del producto o, en este caso, producto mínimo viable. De acuerdo con el libro The Lean Startup (2001), de Ries, este es «la versión de un nuevo producto que permite a un equipo recoger con el mínimo esfuerzo la máxima cantidad de conocimiento validado acerca de los consumidores».
Para ello, debes seguir las siguientes fases:
En este paso del Lean Startup podrás medir la receptividad o potencial éxito de tu producto o idea. Para ello, es importante definir los indicadores o KPI’s relevantes en el estudio de tu producto mínimo viable. Estos te ayudarán a cuantificar la evolución de tu propuesta en cada prueba que realices.
Esta etapa se ejecuta a través de las siguientes fases:
Este es, probablemente, el paso más importante del Lean Startup. Desde el inicio del proceso, todos los pasos están enfocados en conseguir aprendizaje validado con el feedback de los clientes o usuarios potenciales. Al aprender más sobre los potenciales clientes de nuestro negocio o producto seremos capaces de determinar si vamos o no por buen camino.
Un plan de acción para conseguir el éxito de un producto es tan importante como tomar la decisión correcta si este no funciona. Si hemos aplicado bien el método, seremos capaces de cambiar las características que sean necesarias en el producto mínimo viable para que la receptividad de este aumente. El tiempo que tardemos en conseguir el producto final dependerá de los resultados que obtengamos en la repetición del proceso. Es importante hacerlo todas las veces que sea necesario, siempre tomando como punto de partida los resultados de la prueba anterior.
Aunque ambos métodos nos permiten testear productos antes de su lanzamiento, cada uno tiene aspectos propios que hacen que su aplicación sea distinta. Acá te contamos las diferencias entres el Design Thinking y el Lean Startup:
El lanzamiento de un nuevo negocio o producto puede representar riesgos importantes para las empresas. Sobre todo si estas se encuentran en su proceso inicial. Para minimizar los riesgos, han surgido diversos métodos que acortan los procesos de desarrollo y permiten probar con antelación si una propuesta es factible y si será potencialmente exitosa.
El Lean Startup surge como una alternativa para las compañías, sobre todo para las emergentes, para que testeen su propuesta antes de realizar grandes inversiones en su lanzamiento. No es la única metodología. El design thinking, el desing sprint y el método SCAMPER, son apenas algunas de las técnicas que se pueden aplicar para probar o mejorar productos o servicios, midiendo la satisfacción de los usuarios. Su selección dependerá siempre de las necesidades de la empresa y del tipo de proceso que se quiera desarrollar.