En un mundo cada vez más informativo y dinámico nos vemos obligados a retener grandes cantidades de datos en nuestras mentes. Pero ¿qué pasa cuando la carga es enorme? Nos abrumamos y podemos perder muchos datos de importancia. Para ayudarnos a no tener un caos en nuestra mente han llegado los mapas mentales. Un mapa mental es una técnica muy efectiva para organizar las ideas que tenemos en la cabeza.
Si quieres emprender un negocio, es la mejor manera para ordenar las directrices del proyecto. ¿Tienes un equipo de trabajo? Los mapas mentales te pueden servir en sesiones de lluvias de ideas.
Quizás te interese:
Si eres de naturaleza creativa e ingeniosa, te encantará crear mapas mentales. Y este artículo te será muy útil si aún no has hecho ninguno. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre mapas mentales. Desde qué es un mapa mental, tipos de mapas mentales, cómo hacer un mapa mental hasta mucha más información.
Un mapa mental es un diagrama organizado de ideas o conceptos. Se utiliza para ordenar nuestro pensamiento de manera esquemática. Representan una idea nuclear y su conexión con otros conceptos ligados a ella. Estos conceptos se organizan de forma radial alrededor de la idea principal. Son sintéticos, creativos, gráficos y dinámicos.
El principio de los mapas mentales es sintetizar informaciones en unidades mínimas posibles. De esta forma, se puntualizan solo ideas claves asociadas a un tema o concepto general. Son potenciadores de la creatividad y de las habilidades de síntesis.
Ambos hemisferios del cerebro se utilizan para crear un mapa mental: el izquierdo es el encargado de la información y el derecho de la parte creativa a la hora de diseñar el mapa.
El concepto de mapa mental fue difundido por el psicólogo y escritor Tony Buzan. Se refirió por primera vez a esta técnica en 1974 en su libro Use Your Head. El escritor impulsó, además, la técnica de la nemotecnia.
Según el propio autor, un mapa mental se define como un método de análisis que facilita organizar los pensamientos y utilizar al máximo las capacidades mentales.
Ahora bien, te preguntarás para qué sirven los mapas mentales. Un mapa mental es ideal para:
Los mapas mentales se caracterizan por:
Existen varios tipos de mapas mentales. Conócelos para que sepas cuál es el que mejor se acomoda a ti y a tus ideas:
Comencemos por el más conocido y sencillo: el mapa mental arbóreo. La idea nuclear se coloca en el centro. De ella se desprenden ramificaciones que representan los conceptos ligados a la principal. Su principal ventaja es que favorece la comprensión rápida de la conexión entre los datos.
Como su nombre indica, la información se organiza dentro de círculos. El círculo central será el de la idea principal. Alrededor de este círculo se establecen los otros que incluyen las ideas de segundo y tercer orden. Si necesitas representar ciclos, este tipo de mapa mental es el ideal.
¿Te suena? Pues es evidente que se trata de un mapa cuya forma imita un panal de abejas. Una vez más, la idea principal se coloca en la celda del centro. Las celdas con las ideas secundarias se disponen en torno a la celda principal. Las líneas que sirven de unión entre la principal y las complementarias son muy útiles para escribir nociones sobre el tema. La ventaja principal es que exige exactitud organizativa del asunto tratado.
Conoce más: Tipos de mapas mentales | ¡Escoge el más favorable para organizar tus ideas!
Los mapas mentales poseen una estructura concéntrica y jerárquica. La idea nuclear se localiza en el centro y las ideas periféricas o secundarias en los extremos. Se divide en temas de primer orden, temas de segundo orden y temas de tercer orden.
Como hemos visto, en los distintos tipos de mapas mentales las ideas se estructuran diferentes. Sin embrago, la idea nuclear o tema de primer orden siempre va a ser llamativa y sobresaliente. En los temas de segundo orden se organizan los conceptos más relacionados con la idea central. Por último, los temas de tercer orden son las ideas secundarias que se derivan de las segundas.
Dibuja en tu mente un árbol. Tú representación básica de un árbol debe ser más o menos así: un tronco y varias ramas. Pues los elementos de un mapa mental no distan mucho de esta idea arbórea. En los mapas mentales siempre vas a tener una idea nuclear y distintos componentes que se desglosan de esa idea central. Pero ¿qué elementos lleva un mapa mental?
Los elementos de un mapa mental son:
Es la clave del mapa. Puede ser una idea, un tema o un asunto en general. Debes prestarle mucha atención y tiempo, ya que es el núcleo. Se coloca en el centro del diagrama. De ella brotan los diferentes nodos que serán las nociones relacionadas con esta idea principal.
Se tratan de los componentes u otras ideas que se desglosan del núcleo. Se representan, por lo general, a manera de ramas o bifurcaciones. A su vez, estas ramificaciones se componen de otras relacionadas directamente con ellas en una espacie de jerarquía. Las ramas que estén más próximas a la idea central serán las que más relación estrecha tienen con ella. Las ideas secundarias serán las que no estén directamente relacionadas con la central.
Para que no te abrumes con tantas ramificaciones y no pierdas el hilo de la idea, puedes hacer cada rama de un color distinto. Así, tu mapa mental será muy visual. Los colores te ayudarán a destacar las ideas principales y a estimular a tu cerebro. Pero ¡ojo! cuando le asignes un determinado color a una rama principal, sus subramas también deben llevar este mismo color. Puedes variar el tono, pero siempre debe ser el mismo color. Te recomendamos que para la idea central utilices el color rojo o naranja, ya que son colores que llaman la atención.
En cuanto a las formas de las ramificaciones que irradian directamente de la idea nuclear, deben ser líneas gruesas. De igual modo, el tamaño de la tipografía debe variar en relación con la importancia de la idea. Por ejemplo, la idea central debe ser la de mayor tamaño. Las ideas principales deben tener un menor tamaño que la principal, y así sucesivamente.
Son aquellas dos o tres palabras que sintetizan el contenido de la rama en la que se ubican. Deben ser claras, concisas y representativas del concepto que agrupan. Por ejemplo, si realizamos un mapa mental sobre cómo introducir un producto al mercado. La idea principal es el producto X. Ahora bien, una de mis ramas va a ser el análisis de sus ventajas competitivas. En este caso las palabras claves son ventajas competitivas. Así, cuando veamos estas palabras evocamos un recuerdo, experiencia o conocimiento sobre el concepto al que se refiere.
Las imágenes visuales ayudan de manera más rápida a recordar las ideas. Te servirán de apoyo en tu mapa mental.
Muchas veces los conceptos e ideas de una ramificación se conectan con los de otras ramificaciones. Aquí es donde entran los mecanismos de relacionar ideas. Pueden ser variados desde flechas, líneas discontinuas hasta nubes. Trata de que las ramas de los conceptos relacionados estén próximas. De esta manera, evitarás crear un caos de señalizaciones en tu mapa mental.
Por su estructura, los mapas mentales tienen a ser precisos y sintéticos. Pero en algunas ocasiones necesitamos agregar más detalles a las ideas. En estos casos puedes auxiliarte de notas referenciadas. Eso sí, deben estar fuera del espacio del mapa. Por ejemplo, muchas herramientas de mapas mentales permiten añadir enlaces o ficheros que nos llevan directamente a nuestras notas.
Ya te hemos comentado sobre los principales elementos de un mapa mental. La cuestión ahora es ¿cómo elaborarlo? A continuación, te mostramos paso a paso cómo se hace un mapa mental.
Para crear mapas mentales lo primero que deber buscar es el espacio donde lo realizarás. ¿En un papel en blanco o en herramientas web? Si se te da bien dibujar puedes optar por hacerlo en un papel. Para ello necesitarás lápices de colores, marcadores, entre otros materiales. En cambio, si te sientes más cómo en el ambiente digital, utiliza las herramientas web o programas para hacer mapas mentales. ¡Son muchos! Más adelante, en te artículo, te contamos sobre algunos de ellos. La opción la eliges tú.
Es el paso más decisivo a la hora de crear un mapa mental. Una vez identificada la idea principal o foco temático, la colocas en el centro del espacio donde dibujarás. Recuerda siempre resaltar la idea nuclear. Debe llamar la atención e indicar rápidamente de qué trata el mapa. La idea central puede ser tanto un dibujo como una palabra. En caso de que sea una palabra, se recomienda que siempre incluya una imagen alusiva del tema central. Así, nuestro cerebro responde de forma más efectiva a los estímulos visuales.
Es el turno de las bifurcaciones que emanan de tu idea central. Se tratan de otras ideas o subtemas relacionados con la principal. Se organizan alrededor de la idea nuclear. Por lo general, son palabras claves. A partir de ellas se irán desarrollando otras ramas que contienen ideas secundarias. Cada ramificación debe ir en un color determinado. Además, también las puedes acompañar de imágenes relacionadas con la idea que exponen. Puedes desarrollarlas en sentido de las manecillas del reloj para establecer un orden jerárquico. Sin embargo, en algunos mapas mentales se organizan anti-horario.
Recuerda que también dispones de elementos relacionales como las flechas o líneas discontinuas. Utilízalas si algunas de tus ramificaciones se conectan con otras.
Como vimos, los mapas mentales se estructuran de manera jerárquica. De ahí que los temas se desarrollen en orden. La idea central es el núcleo, las segundas son las palabras claves y en tercer orden las ideas que se derivan de estas segundas. En las ideas secundarias puedes incorporar tanta información como desees. Sin embargo, no es conveniente hacer largos enunciados. Recuerda que los mapas mentales deben tener el menor número de palabras posibles. Mientras más sintético y organizado sea el mapa, mejor se entenderá.
Y por último, el ingrediente principal: ¡tu imaginación!
Amplía en: Cómo hacer un mapa mental | Aprende a elaborarlo paso a paso
Un mapa mental es una técnica muy eficaz para organizar nuestras ideas. Entre los beneficios de los mapas mentales están:
Por si no lo sabías, existen muchísimas páginas y programas para hacer mapas mentales. La buena noticia es que puedes encontrar tanto herramientas online como offline, libres o de pago ¡Hay para todos! Aquí te dejamos los principales:
Mindmeister.com: Es una herramienta online. Sus prestaciones son variadas, entre ellas, la principal es crear mapas mentales. Sin embargo, también permite planear proyectos, tomar notas. Facilita crear lluvia de ideas. Además, es una de las herramientas colaborativas más utilizadas para el trabajo en equipo. Es accesible para cualquier sistema operativo. Tiene una versión gratuita y tres de pago. En la versión gratis solo puedes hacer hasta tres mapas y no los puedes exportar. Por otra parte, las de pago ofrecen, entre otras funcionalidades, la posibilidad de exportarlos en forma de presentaciones.
Te puede interesar: Ventajas del trabajo colaborativo | El éxito de trabajar juntos
Goconqr.com: Es un creador de mapas mentales online. Si necesitas agregar notas o adjuntos, esta herramienta es ideal. Ofrece la posibilidad de añadir imágenes o enlaces. Además, lo podrás compartir con otras personas o, incluso, imprimirlo. Tiene un plan gratuito en el que solo tienes que registrarte. Por último, ofrece 50 MB de almacenamiento en la nube. También tiene un plan premium.
Freemind: Es una aplicación offline. Entre sus prestaciones está la de poder exportar los mapas en formato de imagen. Además, también ofrece la posibilidad de publicar online los mapas. Está disponible para Windows, Mac y Linux.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos creativos de mapas mentales. Fueron extraídos del libro de Tony Buzan Cómo crear mapas mentales (2004).
Como se puede observar, estos mapas mentales tienen varios colores, se apoyan en imágenes o símbolos y poseen la estructura característica de varios niveles de orden. En el centro se ubica la idea principal. Las ramificaciones tienen unas palabras claves y de ellas se derivan otras ideas secundarias. ¡Esperamos que te sirvan de modelo!
Conoce más ejemplos de mapas mentales en: 4 ejemplos de mapas mentales | Conócelos y selecciona el más adecuado
Los mapas mentales y conceptuales son términos que se suelen confundir. Aunque ambos son representaciones gráficas de ideas, existen diferencias entre mapa mental y mapa conceptual.
Profundiza sobre las diferencias en: Diferencia entre mapa mental y mapa conceptual | Aprende a distinguirlos
Podemos resumir que los mapas mentales son representaciones gráficas muy creativas. Sirven para organizar nuestras ideas y como técnica de nemotecnia. Sus usos y utilidades los han convertido en una herramienta, casi imprescindible, si se busca generar y organizar pensamientos, aclarar conceptos relacionados con una noción principal, facilitar el aprendizaje y potenciar la creatividad.
Son recursos muy habituales en el mundo empresarial y educativo, pero también aplicables al ámbito personal y familiar.
De seguro, tienes tus propios métodos para mejorar tus capacidades mentales, pero te sugerimos que pruebes hacer un mapa mental. Ordenarás grandes cantidades de información en un esquema dinámico que te ayudará a organizarte y tener las ideas más claras.
Llegados a este punto, ya tienes un profundo conocimiento de los mapas mentales. Estás listo para comenzar a hacerlos. Así que, como diría el propio creador de ellos, Buzan, ¡estimula tu cerebro, amplia tus horizontes y diviértete!