Los últimos avances en el mundo laboral han empujado a los trabajadores a tener que realizar múltiples tareas para cumplir con todas las exigencias del rol para el que fueron contratados. Esto se conoce como multitasking, un término que surgió en 1965, cuando se utilizó en un documento de IBM para describir las capacidades del sistema IBM S/360 y que progresivamente se fue aplicando a las habilidades laborales.
¿Pero tratar de realizar múltiples tareas es algo recomendable?, ¿las empresas y las personas multitarea reciben buenos retornos? O, por el contrario, ¿lo más ventajoso es centrarse en una sola actividad? En este artículo de Coworkingfy hablaremos acerca de este término y conoceremos en profundidad sus ventajas y desventajas. ¡Sigue leyendo!
Multitasking, en español, significa ‘multitarea’ y se entiende como la capacidad que tiene una persona para realizar varias actividades al mismo tiempo, sin cometer errores y sin perder eficacia. Sin embargo, el multitasking no es tan sencillo como parece. Cuantas más tareas tengas, más difícil es hacer que funcionen juntas.
Esto se conoce como coste de cambio de tarea y hace referencia a que cada vez que cambias de tarea, hay un breve periodo de tiempo en el que no puedes hacer nada, ya que el cerebro se está reiniciando. ¡Y a todos los humanos nos pasa!
Algunos tienen mayor facilidad para la multitarea que con otros. Y, en gran parte, también, depende de qué tipo de actividad se esté realizando. Por ejemplo, evidentemente, puedes escuchar música mientras trabajas en tu oficina, pero no puedes mantener una conversación con alguien y trabajar al mismo tiempo.
Existe la creencia de que las mujeres son mejores realizando multitasking. Pero ¿es esto cierto? En el estudio titulado «First concrete evidence that women are better multitaskers than men», realizado por Keith Laws, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Hertfordshire, se afirma que las mujeres tienen una capacidad superior al hombre en cuanto a la multitarea.
Para esta investigación, los participantes tuvieron que completar varias tareas al mismo tiempo, mientras buscaban una llave perdida en el campo. Algunas de las actividades que hicieron fue resolver problemas matemáticos simples, hacer lectura de mapas, contestar una llamada telefónica con preguntas de conocimiento general y mostrar la estrategia que utilizarían para el objetivo principal.
Al respecto, el profesor Laws dijo:
Las mujeres planeaban más estratégicamente que los hombres (…). Me sorprendió este resultado debido a los argumentos de que los hombres tienen mejores habilidades espaciales que las mujeres.
Ese estudio es uno de los más citados hasta el momento. Sin embargo, no es el que tiene mejores referencias, ya que solo se usó una muestra de 240 personas en torno a los 27 años y no se tuvo en cuenta cuestiones como la situación cultural y educativa de los participantes.
En contraposición, otros estudios afirman que tanto hombres como mujeres pueden realizar tareas de manera simultánea. En ese sentido, la investigación que lleva por título «Putting a stereotype to the test: The case of gender differences in multitasking costs in task-switching and dual-task situations» dejó ver que es exactamente igual el rendimiento de hombres y mujeres ante desafíos que requieren prestarle atención a distintas tareas.
Por otro lado, la revista Psychological Research publicó el estudio «Research: Women and Men Are Equally Bad at Multitasking», cuyos autores son los expertos Julien Laloyaux, Frank Laroi y Marco Hirnstein, en el que se explica que el género no determina las habilidades cognitivas de cada individuo. Por tanto, no hay evidencia científica que sea lo suficientemente sólida como para sostener que las mujeres son mejores que los hombres en el multitasking.
Entonces, ¿de dónde proviene esta creencia? Su origen se halla en los estereotipos de género, debido a que la multitarea se ve como algo esencialmente femenino y, por lo general, no se relaciona tanto con el entorno profesional y empresarial, sino más bien con las actividades de ama de casa.
De hecho, el neurosexismo, también ha contribuido a esta idea. Por ejemplo, en la investigación «Increasing cognitive load attenuates right arm swing in healthy human walking», se explica que las hormonas femeninas y especialmente las fluctuaciones de estrógeno permiten que una mujer realice multitarea más eficientemente. Argumentan que esta habilidad se ha desarrollado porque tradicionalmente las mujeres son las responsables del hogar y el cuidado de los hijos.
Una tercera mirada de la Universidad de Utrecht deja ver en el estudio «Are women better at multitasking than men?», que el multitasking no se desarrolla mejor o peor en función del género.
En definitiva, las mujeres no son mejores en el multitasking solo por su género, en realidad, falta que la comunidad científica dé pruebas más fehacientes para llegar a hacer esta afirmación y, evidentemente, dejando de lado los estereotipos. De esta manera, la multitarea no es más que la capacidad de pasar, con mayor o menor rapidez de un asunto a otro.
Y tal como lo afirma una investigación de la RWTH de Aquisgrán, liderado por la experta Patricia Hirsch, quien realizó las investigaciones junto con sus colegas Iring Koch y Julia Karbach en el departamento de Psicología Cognitiva y Experimental, el multitasking lo puede hacer cualquier persona sin importar su género, siempre y cuando el individuo se esfuerce y tenga una alta autodisciplina y concentración.
Desde un punto de vista empresarial, las personas multitasking son altamente valoradas, debido a que pueden cumplir con varias exigencias en su puesto de trabajo. Esto significa un ahorro en el capital humano. Si tienes habilidades multitareas, es posible que esa sea una ventaja competitiva a la hora de buscar empleo.
En teoría, las personas multitarea pueden realizar varias tareas de manera paralela, lo que permite que terminen todo en un período de tiempo muchísimo más corto.
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Los primeros meses en un pequeño negocio pueden ser complicados, ya que, por lo general, hay pocos recursos. Pero contar con alguien multitarea en un contexto donde los recursos y el capital humanos son más bien escasos puede ser muy positivo.
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Una persona multitasking puede tener un mejor nivel de gestión del tiempo. Conoce muy bien sus responsabilidades y si son repetitivas, puede tener un lapso estimado para cumplirlas. Asimismo, al final de la jornada se puede ver un aumento en el rendimiento y en el número de tareas realizadas.
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A menudo las tareas demasiado grandes pueden provocar agobio. Sin embargo, las personas multitarea son menos propensas a sentir repulsión por este tipo de situaciones. En realidad, los afrontan bastante bien.
Tener varias responsabilidades y cumplirlas, a largo plazo, puede transformarse en estrés, preocupaciones y burnout. Además, es muy poco recomendable hacer multitarea cuando tus asignaciones están relacionadas al trabajo creativo.
La Universidad de Stanford y la American Psychological Association (APA) han llegado a afirmar que con la multitarea la productividad laboral puede disminuir. Esta teoría es apoyada por el doctor René Marois, experto en neurociencia, quien expresó:
Nuestro cerebro no maneja bien situaciones de multitasking. En cuanto dos tareas necesitan nuestra atención, la productividad se resiente.
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Con la multitarea puede haber una mayor tendencia a cometer errores y a descuidar algunos detalles esenciales. Esto es debido a que la capacidad de concentración disminuye. Por ejemplo, si una persona está escribiendo un artículo para un blog, pero también haciendo un café y respondiendo correos, es posible que aumente la probabilidad de que se le escape algún detalle como una palabra con errores ortográficos e, incluso, puede escribir ideas completamente erróneas.
El psicólogo David Meyer, de la Universidad de Michigan, en la publicación «The Multitasking Generation», explicó lo que sucede en el cerebro cuando se realizan muchas tareas:
Los errores aumentan y lleva mucho más tiempo, a menudo el doble de tiempo o más que si se realizaran de forma secuencial.
Si intentas aprender algo nuevo mientras ves la televisión o escuchas música, tu cerebro se divide entre dos tareas que requieren diferentes tipos de atención. Al final, podrías acabar olvidando las dos cosas para cuando terminen. Y si hacer multitasking es una constante, con el tiempo puede conducir a problemas de memoria y salud en los trabajadores.
¿Cómo ser una persona multitasking? El primer paso es organizar tus tareas por categorías. ¡Y es que ser multitarea no es sinónimo de estar desorganizado! El objetivo es que puedas tener claridad para empezar a compaginar cada una de ellas. Agrupa aquellas que implican un menor esfuerzo mental y que se puedan realizar casi a la vez de forma simple. Establece un marco de tiempo para cumplirlas todas.
Para ser una persona multitarea necesitas mantenerte alejado tanto como sea posible de las distracciones. Lo que puedes hacer es evitar consultar tus redes sociales o no usar tu teléfono inteligente durante algunas horas.
Tómate descansos con la suficiente frecuencia como para no sentir que te estás quemando, pero no tan a menudo como para que se conviertan en una excusa para procrastinar. También, puedes probar aplicando la técnica Pomodoro: trabajar de forma seguida durante 25 minutos y descansar 5 minutos. Es importante que aprendas a conocer tus límites para que no te satures de trabajo y sepas cuándo necesitas parar.
Un multitasking puede sentirse mucho más motivado cuando alcanza algunos hitos. Así que celebra y busca la forma de recompensarte cuando cumplas con alguna acción.
Cada vez que termines la realización de un grupo de tareas, tienes que revisar si el resultado fue el más adecuado. ¿Cumpliste a cabalidad con todo lo que tenías previsto?, ¿te sientes conforme con el resultado?, ¿crees que puedes mejorar algo?
¡Ya hemos finalizado nuestro artículo sobre la multitarea! Pero, antes de despedirnos, queremos comentar lo siguiente: el multitasking no se traduce en hacer todo a la vez; sino que significa hacer más en menos tiempo; utilizando todos los recursos disponibles y centrándose en una serie de tareas cuando más se necesita.
Es decir, ser multitasking no te obliga a cumplir con los objetivos semanales en un par de horas, ¡es imposible! ¿Te ha quedado alguna duda? ¡Déjanos un comentario!