La timidez, la ansiedad social y la inseguridad con respecto a las propias ideas se convierten en verdaderos obstáculos a la hora de llevar a cabo la técnica de lluvia de ideas o brainstorming. Y por lo general, los miembros del equipo que toman la palabra primero terminan dirigiendo la sesión. Aunque está probado que este es un método que genera nuevas ideas, no resulta así para los miembros del equipo poco extrovertidos que prefieren compartir sus propuestas escribiéndolas sobre papel. Y la técnica brainwriting consiste justamente en esto, superar las limitaciones que se desprenden del brainstorming al permitirles a todos los miembros del equipo participar plasmando sus ideas de forma escrita. A continuación, te ilustraremos con respecto a esta técnica para que pongas tu cerebro a trabajar.
El brainwriting es una técnica creada por los profesores Leigh Thompson y Loran Nordgren, de la Kellogg School of Management, en EE.UU. Consiste en la escritura de ideas realizada con dinámicas de grupo con el propósito de generar dos procesos: la generación de ideas, y en segundo lugar, la toma de decisiones. De esta manera, las ideas serán debatidas en grupo con la intención de aumentar la participación de todos los miembros del equipo de manera igualitaria.
Tal como el brainstorming, el brainwriting es una técnica de creatividad que tiene como objetivo fomentar la generación de muchas ideas en poco tiempo. Pero, contrario a esta, lo realiza de una forma escrita, más metódica, controlada, y permitiendo que todos los miembros del equipo participen de igual forma, democratizando así el proceso. Permite que toda clase de personalidades, culturas y profesiones aporten su enfoque, perspectiva o idea con respecto a un tema en particular. También tiene como ventaja que todas las ideas se guardan sobre papel, y no es el facilitador el único que las anota.
Existen diversos tipos de brainwriting, que le ofrecen al equipo de trabajo la oportunidad de elegir aquel con el que se sientan más cómodos y, principalmente, el que se adapte al objetivo que están buscando. Te presentamos los más populares:
Es el más popular de todos, y consiste en que 6 personas escriban 3 ideas en 5 minutos. Tras esos 5 minutos, cada persona pasa su plantilla a la persona que tiene al lado, la cual añadirá 3 ideas más. Este proceso debe repetirse hasta que cada persona haya escrito en todas las plantillas. En un lapso de 30 minutos se habrán obtenido un total de 108 ideas aportadas por 6 personas.
En este tipo de brainwriting las ideas se escriben en tarjetas o post-its que se van dejando en el centro de una mesa. Se pueden escribir tantas ideas como se tengan y dejarse inspirar por las otras ideas. Aquí el tiempo también es controlado. Al final, como en las otras dinámicas inspiradas en la lluvia de ideas, el equipo se pone de acuerdo sobre cuál o cuáles son las ideas más acertadas.
Aquí el moderador reparte las tarjetas en las que se deben escribir las propuestas, y una vez llenas todos leen las de todos y votan. Para ello, deben dividirse en dos grupos. Se conceden luego unos minutos para argumentar la defensa de las tarjetas que han sido asignadas por grupo para luego debatirlas e intentar convencer al otro de que las ideas de sus tarjetas son mejores. Aunque esta dinámica es divertida, es importante que el moderador goce de habilidades conciliadoras para evitar confrontaciones.
Este consiste en llegar a la sesión de brainwriting con unas tarjetas que ya tienen ideas escritas. Aquí la dinámica consiste en añadir más ideas a la tarjeta. Este tipo de dinámica es utilizada cuando se busca una direccionalidad más limitada de la idea que se desea definir.
En esta modalidad, el moderador debe enviar por correo electrónico, a todos, una copia de la plantilla de escritura mental. Cada participante debe estar identificado con número diferente en el nombre del archivo (Brainwriting Worksheet 1, por ejemplo). Esto permitirá que los archivos sean anónimos. Luego, los participantes deben escribir sus ideas en los cuadros provistos para cada ronda.
Al final de cada ronda, cada persona necesita guardar su hoja de trabajo y etiquetarla claramente (Brainwriting Worksheet 1 After Round 2, por ejemplo), antes de enviarla de regreso al moderador. Estos pueden redistribuirse entre los participantes nuevamente, listos para la próxima ronda.
Esta variedad del brainwriting consiste en seleccionar un espacio, una pared o pizarra, para que el equipo pueda participar.
Luego, durante el día o la semana, cada participante irá agregando sus ideas al tablero. Estas servirán como inspiración o puntos de conveniencia. Es un método flexible y discreto, por lo que es muy popular en grandes grupos de trabajo, donde reunirse puede ser complicado.
Recomendado: Técnica de creatividad 4x4x4 | ¡Estimula el trabajo colaborativo!
Si bien, el brainwriting es considerado por muchos la evolución de la lluvia de ideas, lo cierto es que tiene características propias que lo hacen el favorito de muchos. Acá te detallamos cuáles son sus diferencias:
En el brainwriting las ideas de todos se valoran por igual, no existen las jerarquías, por lo que el proceso es más inclusivo y democrático. Fomenta la colaboración en vez de la competencia porque brinda a todos la misma oportunidad de participar y compartir sus pensamientos. Por ello, alivia la tensión al hablar o al enfrentarse a jefes o ejecutivos de más alto rango. En una sesión de lluvia de ideas, en cambio, es más común que las personalidades dominantes controlen la conversación. Y como resultado, puede desanimar a los demás miembros del equipo.
Por lo general, durante el proceso de escritura mental no hay conversación. Todos se mantienen callados y enfocados en reflejar sus ideas en el papel. Solo después de haber registrado todas las ideas, el equipo comienza a compartirlas y a discutirlas en grupo. Así que cada participante tiene tiempo de pensar sus ideas sin que nadie le interrumpa. Esto es diferente en el brainstorming, donde el grupo intercambia ideas en voz alta sin ningún orden en particular.
El brainwriting permite recopilar un buen número de ideas de distintos enfoques, en muy poco tiempo, facilitando así la complementariedad y creando sinergias interesantes, en tanto que cada idea es una fuente para otra. No sucede así con la lluvia de ideas, en donde por lo general las primeras ideas son las que prevalecen.
La técnica brainwriting, por ser escrita, se puede practicar también dibujando. Además, se puede realizar a distancia, lo que facilita el teletrabajo, ya que los formularios para la escritura mental se pueden enviar por correo electrónico. Mientras que en el brainstorming la participación debe ser preferiblemente presencial, dado que se limita a los que efectivamente hablan.
Las personas tienen más tiempo para pensar en sus ideas y desarrollarlas. Esto puede ayudar a impulsar la creatividad. Mientras que la presión que genera el brainstorming, por el límite de tiempo y el tener que expresarlas rápidamente, deja a muchos sin el tiempo suficiente para concentrarse y estructurar su idea.
En el brainwriting existe menos presión para el moderador, por cuanto todos tienen las mismas oportunidades de participar. Esto permite que el encargado de guiar la actividad trabaje de manera más eficiente. Mientras que en el brainstorming, el moderador debe ser más experimentado para procurar que todos tengan la misma oportunidad de expresar su idea o punto de vista.
Ya saber cómo funciona la técnica brainwriting y en qué se diferencia del brainstorming. ¿Quieres aplicarla y aprovechar sus beneficios? Te explicamos paso a paso cómo hacerlo:
El moderador es necesario en toda sesión de brainwriting, dado que este se asegurará de que todos se mantengan encaminados durante la sesión. Él será el responsable de entregar copias de la plantilla de escritura mental y pedirles a los participantes que completen la ficha.
Para que la sesión de brainwriting se desarrolle exitosamente se debe:
Las descripciones deben ser concretas y no deben escribirse en términos generales como «mejor», «más» o «más grande». También es importante formular ideas de manera positiva y evitar palabras como «no» y «nunca».
El moderador inicia el temporizador para que cada uno de los invitados escriba sus ideas de forma individual. Este les pedirá que escriban tres ideas en los tres espacios provistos para la primera ronda. En esta etapa, el debate todavía no es necesario.
Cuando se acabe el tiempo, el moderador recoge todas las hojas de trabajo de escritura mental, y luego las redistribuye al azar. Es conveniente enumerar las hojas de trabajo para facilitar la distribución y evitar repetir la hoja.
Durante cada ronda posterior, los participantes debe escribir tres ideas más. Estas pueden ser ideas nuevas o pueden basarse en ideas que otras personas ya han sugerido en la hoja de trabajo.
Dependiendo del tipo de brainwriting que se emplee, es el momento de recoger las ideas que todos han escrito. Esto se puede hacer por e-mail, con post-its, folios, por plantillas o mediante aplicaciones web diseñadas con este objetivo.
El moderado asignará a cada persona un tiempo para explicar sus ideas. Sin ningún tipo de interrupción, opiniones, ni valoraciones cada participante contará con un tiempo específico para exponerlas e intentar convencer a los demás de que es la opción más adecuada.
Después de la ronda final, el moderador recoge las hojas de trabajo de los participantes en donde todos tendrán la oportunidad de discutir las ideas planteadas y tomar una decisión grupal sobre cuáles llevar a cabo. Se puede, incluso, introducir una variante en la votación y decidir seleccionar tres de ellas, por ejemplo. Para esto se puede emplear una pizarra.
Independientemente de la técnica de creatividad que se quiera usar, brainstorming o brainwriting, es necesario tener en cuenta varios factores. Las cualidades del equipo, el tiempo con el que cuentan y, principalmente, cuál de las dos se adaptan más al objetivo. Estos son aspectos fundamentales a la hora de decidirte por alguno de los dos métodos.
Si bien es cierto que el brainwriting fue pensado para aquellas personas que se desenvuelven mejor en la escritura de sus ideas, no es menos cierto que hay otras que se desenvuelven mejor expresándolas verbalmente, y tampoco se debe desperdiciar este potencial. Por lo que no estaría de más, si se cuenta con tiempo suficiente, permitirle al equipo votar por la técnica que prefiera.
¿Has puesto en práctica alguna de estas estas técnicas? ¿Cuál prefieres? Déjanos tus comentarios.
[su_box title=»Otros recursos recomendados:» box_color=»#6f3998″ radius=»2″]
[/su_box]