La gestión de proyectos es el proceso de planificación y ejecución de un proyecto. Implica la creación de un plan de trabajo o plan de acción y la posterior gestión del mismo para garantizar que se complete en el tiempo acordado. Indudablemente, es un proceso complejo y en constante cambio. Por tanto, conocer las distintas metodologías de gestión de proyectos es un excelente punto de partida para tomar decisiones más acertadas en este ámbito.
En ese sentido, es importante señalar que una metodología de gestión de proyectos se define como un proceso donde se aplican principios, técnicas y procedimientos. Por lo general, las metodologías incluyen etapas como la iniciación, la planificación, la ejecución, el seguimiento y el control, el cierre y la revisión. Cada etapa tiene su propio conjunto de actividades que apoyan el objetivo general del proyecto.
Si eres un novato en este campo, puede resultar abrumador saber qué enfoque es el mejor para ti y tu equipo. Incluso, quienes tienen más experiencia pueden tener dudas sobre cuáles son las metodologías más utilizadas y cuál es la que le dará mejores resultados en dependencia de sus objetivos SMART. Por lo anterior, en este nuevo artículo de Coworkinfy hemos desglosado las 10 metodologías de gestión de proyectos más populares para que puedas elegir la más adecuada para tu próximo proyecto. ¡Entérate!
Las metodologías de gestión de proyectos Agile se entienden como un enfoque iterativo que utiliza ciclos cortos de desarrollo con lanzamientos breves y frecuentes (sprints) para obtener información de los usuarios sobre lo que necesitan a continuación. Esto permite una mejora continua a lo largo del proceso, en lugar de esperar hasta la finalización para realizar cambios.
Este tipo de metodologías se centra en la creatividad y la flexibilidad por encima de los calendarios rígidos. Se ha demostrado que funciona bien con proyectos de desarrollo complejos. Una de las características del Agile es que brinda oportunidades de obtener comentarios de las partes interesadas a lo largo del proceso para que puedan participar en la toma de decisiones sobre cómo deben avanzar las cosas la próxima vez o cuáles cambios deben ser adoptados de manera urgente.
Scrum es una de las metodologías de gestión de proyectos ágil, ya que presenta principios similares. En ese sentido, se basa en sprints cortos que se usan para crear un ciclo de proyecto. Este un marco de trabajo es utilizado principalmente para organizar equipos y tareas. Además, su uso se recomienda en aquellos casos donde se necesita desarrollar productos rápidamente o cuando los equipos necesitan trabajar en estrecha colaboración en períodos cortos de tiempo, como es el caso de las startups.
El método funciona dividiendo los grandes proyectos en otros más pequeños llamados sprints. Se basa en la idea de que hay tres componentes principales para el éxito del proyecto:
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Kanban tiene la particularidad de que ayuda a los miembros de los equipos a mantener una estructura sencilla y a centrarse en aquellas tareas más necesarias o importantes. Kanban, a su vez, permite visualizar mejor los flujos de trabajo y el progreso de los proyectos. ¿Cómo se logra esto? Mediante tarjetas que representan cada paso de una operación o proceso.
Para ti:
Estas tarjetas se colocan en un tablero (a menudo conocido como muro kanban) donde permanecen hasta que se completan, momento en el que pasan a la siguiente etapa del proceso. Con esta metodología, se puede identificar los cuellos de botella y mantener al equipo en el buen camino.
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Scrumban es una metodología híbrida entre el método Scrum y Kanban. Al respecto, utiliza lo mejor de Scrum y Kanban, ya que Scrumban combina el enfoque en iteraciones cortas que está presente en Scrum con el flujo continuo de trabajo que se asocia con Kanban. Además, Scrumban usa un ciclo de sprint, pero con la diferencia de que permite que se agreguen tareas individuales al plan.
Con Scrumban lo que se pretende es entregar valor a los clientes, mientras, paralelamente, se optimiza la utilización de los recursos, la eliminación de los residuos y el aumento de la producción. En algunas ocasiones, esta es una de las metodologías de gestión de proyectos que sirven como modelo de transición, para empezar a utilizar Scrum o Kanban, respectivamente.
Con Scrumban, el trabajo se prioriza según la complejidad de la tarea y límites estrictos con respecto a la cantidad de tareas en progreso. Adicionalmente, estos proyectos no tienen que tener necesariamente una fecha de vencimiento y no cuentan con jerarquías.
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Con Six Sigma se busca alcanzar la mejora continua de los procesos y la eliminación de fallas y, en la mayoría de los casos, es entendida como una filosofía. Lo más curioso de Six Sigma es que propone reducir los defectos en un 99,99966 %.
Básicamente, se basa en que hay tres tipos de defectos: críticos, importantes y triviales. Los defectos críticos son obviamente malos e indeseables porque impiden el uso del producto o lo hacen totalmente inutilizable. Los defectos importantes son menos graves, pero siguen causando problemas a los usuarios. Finalmente, los defectos triviales son inconvenientes menores que no afectan realmente al funcionamiento del producto.
Cada vez que se encuentra una cadena de errores no se intenta solucionarlos todos al mismo tiempo, sino que se centra en un área a la vez hasta que hayan identificado todos los lugares donde se producen errores con más frecuencia y se hayan solucionado cada uno de manera independiente. La metodología Six Sigma consta de cinco fases: Definir, Medir, Analizar, Mejorar y Controlar.
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El método de ruta crítica (CPM), como su nombre lo indica, facilita la identificación de las tareas críticas dentro de un proyecto. Fue ideado a finales de 1950 y se usa con frecuencia para planificar proyectos y priorizar tareas. Por lo general, se aplica en proyectos complejos que tienen múltiples actividades.
¿Cómo funciona? Se trata de identificar todas las tareas necesarias para completar el proyecto y, a continuación, calcular el tiempo que tardará cada una de ellas, es recomendable que se incluyan los posibles retrasos. Una vez identificados estos elementos, se puede crear un gráfico que muestre el tiempo que tarda cada tarea y su relación con otras tareas del proyecto.
La ruta crítica es el camino más largo de esas tareas. Si se descubre que se puede acortar ese camino completando antes alguna otra tarea o grupo de tareas, el proyecto tardará menos en completarse. Para que no haya fallas, es importante que se defina todos los escenarios. Por ejemplo, pregúntate: si una tarea no se realiza a tiempo, ¿provocaría una reacción en cadena que afecta a otras partes del plan?
PRINCE2 es el acrónimo de PRojects IN Controlled Environments que, en español, significa proyectos en ambientes controlados. Es una de las metodologías de gestión de proyectos más populares de todo el mundo. De hecho, es aplicado en organizaciones gubernamentales, militares y comerciales a nivel global para ayudarles a gestionar con éxito sus proyectos. ¡Y los buenos resultados que reportan son asombrosos!
De esta manera, es un enfoque estructurado para planificar, controlar, medir e informar sobre los proyectos. De igual forma, PRINCE2, tiene la misión de ayudar a las empresas para que puedan empezar a llevar a cabo sus proyectos de forma más eficiente y con menos riesgos.
Son siete los procesos que se involucran en el método PRINCE2. Estos son:
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Esta metodología parte de la premisa de lograr más, pero con un menor esfuerzo. Visto de otra forma, la metodología Lean permite satisfacer las demandas del consumidor utilizando el mínimo de recursos posibles. Esta metodología fue fundada durante la década de los 70. Asimismo, busca eliminar el desperdicio en los procesos de trabajo. Este tipo de desperdicio se lo conoce como las tres M:
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El Project Management Body of Knowledge (PMBOK) es una extensa guía para la gestión de proyectos. Proporciona un enfoque sistemático para tomar decisiones sobre proyectos basados en las necesidades y prioridades únicas de la organización. Además, tiene el propósito de ser referencia completa para cualquier persona relacionada con la gestión de proyectos.
La Guía PMBOK está conformado por cinco fases:
En décima posición tenemos la Programación extrema, otra de las metodologías de gestión de proyectos que se centra en la creación de ciclos de desarrollo cortos con muchas versiones, con el propósito de gestionar proyectos dinámicos con plazos ajustados. Una de sus características más marcadas es que hace muchísimo hincapié en la colaboración con el cliente.
Existen tres valores en la programación extrema: comunicación, simplicidad y retroalimentación. La comunicación significa trabajar en equipo y en aras de que todos sepan el estatus del proyecto; la simplicidad, ya que la Programación extrema tiene la misión de construir soluciones sencillas en lugar de complejas; y la retroalimentación, que es idear estrategias para recibir constantemente la opinión de los usuarios.
En la gestión de proyectos no existe una forma única de trabajar, por eso, resulta imprescindible conocer las metodologías, para así poder elegir una que realmente nos ayude a cumplir con las metas y objetivos propuestos dentro de la empresa u organización. Lo que sí es seguro es que en la actualidad todos los equipos van a poder encontrar la metodología de gestión de proyectos que les sea más efectiva y esperamos que este artículo haya ayudado a tener una mejor noción sobre cada una de ellas.
Antes de despedirnos, queremos comentar algunos consejos extras para que puedas seleccionar la metodología más acorde para ti. Al respecto, ten en cuenta el sector o área donde laboras, adopta una metodología que tenga un enfoque similar a tu objetivo general y objetivos específicos. También, define la complejidad de tus proyectos, ya que como lo hemos podido ver en este artículo, algunas metodologías funcionan mejor para grandes empresas y otras para pequeños negocios. Finalmente, asigna roles a tu equipo de trabajo.
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