Es un hecho que los métodos de trabajo han cambiado en los últimos tiempos y la pandemia provocada por la COVID-19 aceleró la implementación de nuevos modelos para que los trabajadores se hagan cargo de sus responsabilidades. Es allí donde entra la filosofía del empowerment o empoderamiento empresarial, que busca ceder la participación y toma de decisiones a todos los empleados.
Según las estadísticas, las empresas u organizaciones que han empezado a hacer uso del empowerment tienen mayores casos de éxito y empleados mucho más comprometidos. ¿Quieres darle un giro a tu manera de liderar y a la forma de manejar el trabajo en tu empresa o emprendimiento? ¡Quédate leyendo y entérate qué es el empowerment!
El empowerment empresarial es una estrategia de gestión en las empresas donde se delega el poder y responsabilidades entre los miembros de un equipo de trabajo. Es decir, se deja de lado la jerarquía tradicional y la creencia de que el jefe es solo quien tiene la autoridad suficiente para tomar decisiones u ordenar.
Entonces, el empowerment es una nueva modalidad que permite gestionar de manera diferente a los equipos. Se busca integrar novedosos procesos y procedimientos, con la finalidad de que los trabajadores ganen autonomía. Atrás quedaron los tiempos donde el trabajo solo tenía un flujo unidireccional.
Comúnmente, los empleados eran agentes pasivos que solo se dedicaban a recibir órdenes sin chistar, aun cuando estas les generaban desmotivación laboral o síndrome del burnout. Pero desde que se ha puesto en tendencia lo que es el empowerment, se busca un modelo mucho más consciente. En ese sentido, los trabajadores tienen la posibilidad de usar sus creencias, habilidades laborales, así como sus competencias para actuar ante cualquier circunstancia.
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La importancia del empowerment radica en que es una de las mejores estrategias de gestión, reemplazando la antigua estructura piramidal por un equipo autodirigido. En tal sentido, desaparece la figura de jefe autoritario y se fomenta la creación de nuevos tipos de liderazgos.
Bajo la filosofía del empoderamiento, la información se comparte con todos los miembros del equipo. El rol de los supervisores es, entonces, tener la responsabilidad de hacer todo lo posible para conseguir trabajadores más motivados y leales. Esto da como resultado que tu empresa sea más eficiente, alcance mejores resultados y logre una mayor productividad.
A través del empowerment se pueden obtener mejores beneficios. Esto se debe a que los miembros del equipo de trabajo tendrán acceso y uso completo de la información clave. De igual manera, tendrán la tecnología, habilidades, responsabilidades y poderes para usar todos los datos y llevar una excelente organización. Y sí, el empowerment es ideal para una empresa que quiera estar en tendencia con las nuevas modalidades de trabajo como el home office o el smart working.
La confianza para delegar el poder, el buen liderazgo, el desarrollo de nuevas capacidades y la motivación laboral son claves para entender qué es el empowerment y también para ponerlo en práctica en las organizaciones. Pero, por supuesto, se debe tener claridad de que cambiar completamente a esta filosofía no es un proceso que suceda con rapidez. Lo mejor es implementar estos puntos clave con miras a tener buenos resultados en el mediano y largo plazo.
Como lo hemos dicho anteriormente, el concepto de empowerment nos habla de ceder el poder. Parece una afirmación obvia y hasta sencilla de implementar, pero lo cierto es que interiorizar esta idea no resulta fácil para todos, principalmente, para aquellas personas con tendencias al micromanagement o quienes se ajustan a tipos de liderazgos más autoritarios.
De esta manera, lo fundamental para entregar el poder es confiar en el otro y tener la creencia de que puede cumplir a cabalidad con lo que se le está solicitando. Al respecto, las entrevistas de trabajo son un buen filtro para tratar de identificar las características de los empleados y, de acuerdo, a su perfil puedes sentirte más relajado para confiar.
Si un trabajador no tiene el poder, entonces no se puede hablar de que la empresa está aplicando el empowerment. Esta confianza también la debe sentir el empleado, porque debe tener certeza de que no tendrá represalias cuando actúe según sus habilidades y competencias profesionales. En definitiva, estaríamos hablando de una relación donde ambas partes confíen el uno en el otro.
El liderazgo, como todas las prácticas sociales y humanas, no está excepto de tener errores. Pero un buen líder es aquel que deja de lado sus intereses y que se compromete a mejorar en todos los sentidos para llevar a su equipo al triunfo. Ante esto, los directivos tienen que dar la mejor versión de sí mismos. Afortunadamente, hoy en día hay muchas formaciones que contribuyen a que los líderes se preparen.
Seleccionar al trabajador que cumpla con todos los requisitos es el primer paso, pero no es suficiente por sí solo. Se necesita que la organización se comprometa a complementar su formación, tanto académica como profesional. Para esto, se pueden organizar jornadas de talleres, cursos, masterclass o cualquier otro método para darle herramientas actualizadas.
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Fomentar la motivación intrínseca y extrínseca del trabajador es fundamental para que se mantenga la motivación. Esto se logra a través del reconocimiento del logro, con bonos salariales o dando ascensos. Es importante aclarar que implementar el empowerment es una actividad motivante por sí misma, ya que los empleados aumentan su autoestima y su sentimiento de valía.
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Este es un tipo de empowerment donde se tiene como meta empoderar a cada uno de los miembros de la empresa. En este caso, se involucran tres dimensiones diferentes:
En palabras simples, ¿qué es el empowerment individual? Es cómo los empleados usan los recursos de la empresa y cómo trabajan en conjunto con otros.
¿Qué es el empowerment organizacional? Es un tipo de empoderamiento que invita a los empleados a ser parte de la empresa. Existen algunas premisas de este tipo de empowerment, por ejemplo, todos los miembros de una empresa tienen el derecho de participar en las decisiones que afecten de manera organizacional.
Asimismo, en caso de que no puedan tomar decisiones, se podría delegar representantes que tomen decisiones en nombre de todos y, por supuesto, siempre velando por los intereses de cada uno de los miembros. Una de las principales limitantes de este tipo de empowerment es que se podría ralentizar los tiempos en situaciones apremiantes o que ameriten una decisión urgente.
Como contraparte, con el empowerment organizacional se logra una comunicación efectiva y asertiva, mejor rendimiento de los empleados, así como un buen clima laboral. Del mismo modo, refuerza la vinculación afectiva entre los miembros y aumenta el compromiso en el logro de los objetivos establecidos.
El tercer tipo de empoderamiento es el gerencial. Al respecto, los líderes tienen el deber de orientar a todas las personas que conforman el grupo de trabajo para que realicen las tareas óptimamente. Sin embargo, puede ser bastante demandante y desgastante para el líder, quienes tienen la responsabilidad de capacitar a todos los miembros del equipo.
No obstante, reduce significativamente los riesgos de tener problemas de comunicación, debido a que todos saben el rol que les toca cumplir en el equipo de trabajo. También este es un tipo de empoderamiento que da flexibilidad en cuanto a los horarios y plazos de entrega de asignaciones.
¿Cuándo es necesario aplicar el empowerment en la empresa? No hay un momento perfecto, ¡todos lo son! Lo verdaderamente importante es que se entienda que se necesita tener una metodología de trabajo novedosa e ingeniosa que exalte la creatividad e innovación laboral. ¿Te preguntas cómo hacer empowerment en tu empresa? Ten en cuenta estos pasos
Debes considerar que el primer paso es analizar las características de los empleados, sus habilidades y cómo manejan situaciones nuevas, por ejemplo, el cambio que implica cambiar radicalmente la metodología de trabajo.
A veces, el cambio genera resistencias, que deben tenerse en cuenta para la gestión. Se trata de responsabilizar a los empleados de su trabajo e involucrarlos. Por eso, resulta tan apremiante elegir miembros para tu equipo que tengan una alta inteligencia emocional.
Por otro lado, para aplicar el empoderamiento empresarial se tiene que confiar en los empleados y en las decisiones que tomen. En otras palabras, la confianza estará presente en todo momento y en cada punto del proceso. Eso es menester para tener un empleado que goce de autonomía y que realmente esté haciendo uso de lo que es el empowerment.
También resulta bastante útil la rotación del personal entre diferentes puestos en la empresa (obviamente donde cada quien esté en su elemento, un diseñador gráfico no se puede cambiar al área de ingeniería). Esto ayudará a los empleados a comprender mejor los procedimientos internos de la organización y a tomar decisiones teniendo en cuenta todo el panorama empresarial. Dicho de otro modo, no solo obtendrán nuevos conocimientos, sino que también observarán desde una perspectiva más amplia.
El empowerment ha dejado grandes beneficios en empresas de todo el mundo. Tanto es así que hay varias empresas y multinacionales que han bebido de esta tendencia y la han aplicado. ¡Veamos algunos ejemplos»
El empoderamiento empresarial es crucial si quieres tener un grupo de trabajadores seguros de sí mismos y que se identifiquen grandemente con los valores de tu empresa. ¿Te ha gustado conocer qué es el empowerment? ¡Déjanos tu opinión en la sección de comentarios!