¿Estás enterado de que existen al menos 10 tipos de equipos de trabajo? ¡Y cada uno de ellos puede aportar un valor añadido inmejorable a las empresas u organizaciones! En la actualidad, ha cobrado mucha popularidad el modelo de organización de los equipos de trabajo autodirigidos.
La principal característica de un equipo de trabajo de este tipo es la eliminación de la imagen del jefe o líder, por lo que el proceso para tomar decisiones recae en el grupo, centrándose en las necesidades y capacidades de sus miembros. Son tan amplios los beneficios que generan los equipos autoadministrados en el mediano y largo plazo que hemos decidido hablarte de todo lo relacionado a este tema. ¡Sigue leyendo y descubre aspectos tan importantes como su definición y la filosofía que persiguen!
Los equipos autodirigidos son aquellos que trabajan en proyectos que les asigna la alta dirección, pero son independientes en las tareas a realizar. Se caracterizan porque todos los miembros tienen libertad para tomar decisiones. De esta forma, los equipos de trabajo autodirigidos buscan con sus acciones conseguir resultados beneficiosos para la empresa.
Sin embargo, estos equipos autoadministrados no suelen ponerse en práctica en las empresas tradicionales. Su utilidad tiene una mayor incidencia en aquellas organizaciones que trabajan con filosofías similares al smart working o el trabajo por objetivos. Lo recomendable es que un equipo de esta categoría tenga desde 8 hasta 15 miembros.
Ahora bien, para construir un equipo autodirigido lo ideal es dejar que los miembros trabajen de forma independiente en sus actividades y procesos. También se recomienda empezar a ejecutar proyectos específicos para lograr resultados óptimos. Asimismo, para que los equipos autodirigidos funcionen correctamente, se necesita satisfacer ciertos requisitos que le den la autonomía que requiere para realizar sus actividades de la mejor forma posible.
Los equipos autodirigidos se basan en la filosofía del empowerment o empoderamiento, que se lleva a cabo mediante el traslado de la toma de decisiones al nivel de la organización más bajo, es decir, que los empleados puedan tomar decisiones relacionadas con su trabajo. Dicho de otra manera, se busca que los trabajadores tengan la autonomía necesaria para actuar sin necesidad de contar con la aprobación de su superior.
Para que la filosofía de los equipos autoadministrados funcione correctamente se necesita que se delegue la autoridad (y, por ende, las responsabilidades) a todos los involucrados. También es necesario que siempre haya motivación laboral, que se celebre y reconozca el logro de los objetivos y se incentive a los trabajadores a continuar con el buen rendimiento.
Por su parte, lo ideal es que dentro de la empresa hayan procesos de capacitación, de manera que todos puedan ampliar sus realidades profesionales, académicas e, incluso, personales al darles herramientas para gestionar situaciones que se pueden presentar en el sitio de trabajo, como estrés, desmotivación, presión, entre otros. También se sugieren capacitaciones para el manejo del tiempo o de madurez emocional.
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Como verás, a diferencia de la organización tradicional, los equipos autodirigidos no se organizan según la jerarquía, en la que cada miembro del equipo realiza tareas según el puesto correspondido, sino que asigna tareas según los requerimientos o habilidades laborales de cada miembro del equipo.
Esta filosofía puede aportar enormes beneficios. Por ejemplo, los trabajadores aumentan sus niveles de rendimiento; se aprovecha mejor las competencias de todos y, además, se optimiza mucho más el tiempo y hasta se puede ahorrar horas de reuniones innecesarias.
Una de las características de los equipos de trabajo autodirigidos es que están conformados por miembros que tienen gran interés por el conocimiento y el aprendizaje. Muchas veces buscarán ampliar sus saberes de forma autodidacta, no obstante, el escenario idóneo es aquel donde la empresa dé las herramientas para que haya un aprendizaje continuo.
De igual manera, se valora el hecho de estar en contacto con personas de todas las áreas y especialidades, esto se debe a que pueden crear un ambiente donde todos aprendan del otro. En los equipos autodirigidos una persona no se queda con lo que ya sabe, sino que busca seguir profundizando hasta convertirse en un experto.
Sugerido:
Los miembros de un equipo de trabajo autodirigido tienen confianza en sus decisiones. Sin embargo, no lo hacen desde una posición que busque satisfacer el ego, sino que cada una de las decisiones que toman las hacen pensando en el bienestar de la empresa y de todos. De igual manera, es poco probable que estas personas busquen quedar como héroes o ganar un reconocimiento personal.
Los miembros de un equipo autodirigido tienen muy bien desarrollada la habilidad para comunicarse con los demás. Ellos cuidan bastante su lenguaje verbal y corporal. De esta manera, se preocupan por dar instrucciones claras, donde no haya espacio para las dudas. También mantienen una actitud abierta al diálogo y a escuchar lo que los demás tienen para decir.
Como podrás imaginar, el equipo autodirigido no tiene un líder designado oficialmente. Si bien puede que haya algunas figuras de autoridad, lo que prevalece es un liderazgo que va cambiando según las circunstancias lo ameriten.
El funcionamiento de los equipos autoadministrados es bastante autónomo. Cada uno está consciente del rol que le toca desempeñar en el equipo y las tareas que se espera que cumpla en un determinado plazo. No se requiere una constante supervisión. Además, es común que los miembros elijan cuándo trabajar y desde qué lugar.
En los equipos autodirigidos se toman en consideración las necesidades de los participantes que realizan el trabajo. Sin duda alguna, se trata de un cambio de paradigma que muchas empresas vienen poniendo en práctica para incrementar la productividad laboral. Pero, ciertamente, aún queda mucho camino por recorrer, sobre todo en las empresas con una filosofía más tradicional.
Estos equipos no solo realizan un trabajo con base al producto o servicio, sino que tienen la capacidad de gestionarlo de forma completa. En otras palabras, no se trata de un trabajo autodirigido para un proyecto, sino de una estrategia de gestión a largo plazo.
En las empresas que aplican este tipo de trabajo innovador, el poder, la autoridad y la responsabilidad se redistribuyen. El propósito fundamental es tener un diseño organizacional que se centre en la calidad y en la resolución de problemas. Su forma de funcionar es perfecta para sistemas de trabajo que requieren un alto rendimiento individual y en equipo.
Los equipos autodirigidos se perfilan como un nuevo esquema de liderazgo. ¿Por qué? Porque todos los miembros están capacitados y tienen la autoridad suficiente para adoptar la postura del líder. Es un proceso que se da de manera natural y el liderazgo puede cambiar según sea necesario. No se puede hablar de equipos autodirigidos si hay un líder tomando una postura autocrática o dictatorial.
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Este primer paso es imprescindible para configurar equipos autodirigidos. Cuando se habla de valorar y evaluar a las personas no solo se hace referencia a medir el desempeño, sino también a evaluar todas las características de los empleados, para que se pueda ser preciso a la hora de asignar roles.
Ten en cuenta sus gustos, intereses, hobbies y personalidad. Y no olvides analizar cómo se comunica, cómo maneja los conflictos y si se siente identificado con los valores de la empresa. Por otro lado, determina qué es lo que los impulsa a lograr un alto desempeño. Conviene descubrir qué empuja a las personas a que trabajen con la empresa, es decir, qué los estimula a actuar.
Es importante que para la creación de los equipos autodirigidos seas capaz de transmitirle confianza a tu interlocutor. Así, los miembros sabrán que están en un entorno seguro. Recuerda que la confianza es clave para que este tipo de equipo funcione a cabalidad.
Cambiar completamente a un modelo de equipos autodirigidos puede ser complicado, principalmente al inicio. Para que esto no se dé de manera brusca, invita a tu equipo a charlas y talleres donde se les introduzca a esta nueva modalidad de trabajo. Resuelve sus dudas y explícales todos los beneficios. De este modo, diseña una metodología con la que los equipos autodirigidos puedan comenzar a trabajar.
Siempre habrá opiniones diferentes en un equipo de trabajo, lo cual no está mal, porque si todos tienen opiniones divergentes es más fácil llegar a una solución creativa. Lo bueno es que en el presente existen herramientas y métodos para generar opiniones en torno a un problema específico.
Dale un vistazo a:
Aprender haciendo es fundamental. Esto suele tener dos componentes: ensayo y error. Si se utiliza correctamente, la combinación de los dos componentes, la asimilación, la acumulación de conocimientos y gestión dará valor al proceso. ¡No dejes que tu equipo se desanime! En su lugar, invítalos a ver lo positivo tras el fracaso.
¡Y no te olvides de supervisar y monitorizar! Es cierto que no debes hacerlo cada hora, ni puedes atosigar a tus empleados. Pero sí debes estar involucrado en cómo van los procesos. También puedes tener control de las tareas asignadas y cumplidas si empleas herramientas como Asana, Basecamp o Trello.
La autoridad de esta empresa está lejos de considerarse como centralizada. En realidad, tratan a cada una de sus unidades como una empresa independiente. En Johnson & Johnson, esta importante empresa multinacional, se basan en los equipos de trabajo autodirigidos. De igual manera, cada unidad tiene la libertad de decidir su propia estrategia de negocios.
Esta aplicación de transmisión de música ha estado trabajando bajo la dinámica de un equipo autónomo desde la disolución de su equipo operativo de cinco personas en 2012. En la actualidad, la operación de la empresa es responsabilidad de todos. De hecho, en su momento dividió al equipo de ingeniería en un equipo autónomo de ocho personas. Cada equipo trabaja hacia una misión común y tiene la capacidad de elegir lo que quieren hacer.
En Spotify se centran en organizarse en torno al trabajo en lugar de seguir un conjunto específico de prácticas. Este modelo defiende la autonomía de los equipos autodirigidos. Por el éxito que han logrado, pretenden seguir siendo autónomos, multifuncionales, con grupos compuestos de 6 a 12 personas, especializados en un área en específico. Cada equipo tiene una misión única, como guiar, apoyar al entrenador y al propietario del producto como guía.
Zappos, minorista de calzados, utiliza una estructura organizativa de autogestión. El cambio de cultura de trabajo lo hizo a través de Holacracy, una especie de sistema operativo de autogestión creado por el exprogramador Brian Robertson. Con esto, se mantienen a la vanguardia y mejoran su servicio al cliente así como la productividad interna de la empresa.
Los equipos autodirigidos son vitales para Fedex, una de las compañías aéreas y de logística más famosas. Fedex no se organiza mediante la jerarquía tradicional, sino que capacita a sus empleados para que puedan ser autónomos. También toman decisiones de manera conjunta, no hay un líder previamente establecido. Tras adoptar este modelo, Fedex consiguió reducir los errores de servicio en un 13 %.
Esta multinacional estadounidense gestiona su trabajo a través de equipo autoadministrado. Estos equipos tienen autonomía para decidir qué es lo mejor para el cliente. La empresa tiene como objetivo involucrar a los empleados en la gestión diaria de su negocio a través de un equipo autodirigido. Para lograr este fin, capacitan a los empleados para resolver problemas en cualquier momento y mejorar la experiencia del cliente.
AT&T, la compañía estadounidense de telecomunicaciones, ha sido la pionera en implementar el equipo de trabajo autodirigido. Sus beneficios han hecho que este siga siendo el modelo predominante de trabajo durante los próximos años. AT&T aumentó en un 12 % la calidad de sus servicios operativos luego de esa decisión.
Son muchas las empresas que se apoyan en las ventajas que ofrece el trabajo en equipo, en especial, los beneficios vistos de los equipos autodirigidos para conseguir grandes resultados. ¿Quieres dar un salto cualitativo en la gestión de tu empresa? ¿Deseas llevar a tu equipo de trabajo a un nuevo nivel? Quizás conformar un equipo autoadministrado sea la solución. ¿Qué opinas de este tema? ¡Queremos leerte en los comentarios!
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